Así fue como revivió la Bestia de Turín

fiat-s76-primer-arranque-1440px_1440x655cCorría el año 1910 cuando Fiat presentó en público al modelo que sería apodado como la Bestia de Turín: el Fiat S.76. Este era un prototipo pensado para batir el récord de velocidad sobre tierra y es uno de los vehículos más monstruosos que jamás hayan podido salir de Turín. Hace, por tanto, honor a su apodo.

La Bestia obtuvo, en el año en que fue presentado, una velocidad máxima no oficial de 217 km/h. Y no fue oficial por irregularidades en el piso. Lo cierto es que lo más bestial de la Bestia era su motor, un cuatro cilindros de 28.5 litros de cilindrada. Se dice que en 1912 llegó a los 290 km/h, una cifra imponente incluso para cualquier auto de 2015.

Este motor tenía cuatro válvulas por cilindro, múltiples bujías por cilindro (lógico teniendo en cuenta su capacidad) e incluso árbol de levas en culata, algo que tardaría mucho en llegar a la producción de forma masiva. En su día se fabricaron dos coches, pero con el inicio de la Primera Guerra Mundial uno fue desmantelado para evitar que esta tecnología cayera en manos enemigas. En el año 2002 Duncan Pittaway localizó en Australia el chasis de una de las unidades y comenzó el trabajo de restauración en Reino Unido.

fiat-s76-primer-arranque-video-05-1440pxEl motor y la caja de cambios corresponden a la unidad que fue desmantelada, por lo que de dos coches ha salido uno. Más de 100 años después, llegó el momento cumbre de toda restauración, el de arrancar el motor. No sin poco esfuerzo girando la palanca, el impresionante motor consigue arrancar, con un monstruoso sonido y emanando grandes llamas por el “escape”. El coche funcionó a la perfección, sin ruidos extraños ni pérdidas de aceite.

Es probable que todavía no hayas asimilado cuatro cilindros y una cilindrada de 28.5 litros. Esto tiene como resultado unos cilindros de 19 centímetros de diámetro por 25 de carrera y una cilindrada superior a los 7.0 litros.

Comentarios