Con la victoria del Cadillac número 5 del equipo Mustang Sambling, piloteado por Albuquerque, Barbosa y Fittipaldi se cumplió una nueva edición de las 24 Horas de Daytona, que tuvo el especial aditamento de la participación por vez primera de Fernando Alonso en una prueba de resistencia.
Tras las 500 Millas de Indianápolis, el año pasado, esta vez, en su segunda aventura americana, el español afrontó estas 24 Horas de forma muy diferente. Sabía que no disponía del auto más veloz, piloteando un Ligier SJ P217 LMP2 con un paquete mucho menos competitivo que los DPi como los Cadillac, grandes dominadores de esta mítica carrera. Anunciaba que su único objetivo era aprender y ganar experiencia para disputar en un futuro las 24 Horas de Le Mans.
“Muy cansado porque al final he conducido cerca de 8 horas o poco más. Los músculos entumecidos y disfrutando muchísimo. Fue una carrera pro desgracia un poco llena de percances y problemas que nos hicieron perder muchos minutos. Pero al final estoy contento de la experiencia, de conducir tantas horas, de luchar y sentirnos competitivos siempre que estábamos en la pista” expresó el asturiano. “Todo lo que se ha aprendido hay que ponerlo en práctica en un futuro. Nos vemos muy pronto con la pretemporada de F1, que está a punto de comenzar”, comentó expresando que tras esta carrera se centrará en el inicio de pretemporada de F1 con su nuevo McLaren-Renault con la esperanza de poder volver a luchar por triunfos en 2018.
RESULTADO FINAL
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