La anécdota de Rauno Aaltonen en Montevideo

Rauno Aaltonen al volante del Escort, copiloteado por Henry Liddon, en la Londres México 1970.

Rauno Aaltonen al volante del Escort, copiloteado por Henry Liddon, en la Londres México 1970.

Rauno fue uno de los dió origen, junto al recientemente fallecido Timo Makinen, a “los finlandeses voladores”, dominadores en forma genérica del Rally mundial por los años sesenta, setenta y ochenta.

Es curioso comprobar en su biografía que se inició compitiendo en lanchas rápidas y motos, para pasarse luego a los autos, ganando el Europeo de Rally, antes de que existiera el Mundial, que comenzó en 1970. Ganó dos Rally de los 1.000 Lagos y terminó seis veces segundo en el Rally Safari. Estuvo bien cerca de ganarlo em 1985 cuando lideraba por dos horas de ventaja y se rompió el motor de su auto. Ganó el RAC y Monte Carlo y participó de la “Londres México” de 1970, tremenda carrera que rally comenzó en el estadio de Wembley en Londres el 19 de abril de 1970 y terminó en la ciudad de México el 27 de mayo de 1970, cubriendo aproximadamente 25,750 kilometros a través de Europa, América del Sur y América Central.

Su ganador fue el finés Hannu Mikkola con un Escort 1850 GT. El finés, que hoy tiene 75 años, fue a su vez protagonista de una de las anécdotas que algunos veteranos recordamos bien: fue en el tramo por Serbia, cuando se enfrentó con su copiloto Gunnar Palm a un puente de madera al que le faltaban algunas tablones. Sabiendo que Gunnar no le iba a permitir lo que tenía en mente, Hannu le pidió que se bajara del auto y fuera a inspeccionar y no bien su copiloto descendió el Escort, Hannu aceleró al máximo y saltó el sector sin tablones.

Rauno Aaltonen ya está cerca de los 80.

Rauno Aaltonen ya está cerca de los 80.

Pero volvamos a Rauno, pues llegando a Montevideo con su Escort, un policía lo detuvo y se metió adentro, detrás del copi, Henry Liddon,  solicitando persiguieran a un auto que había atropellado a un ciclista. El policía disparaba por la ventanilla, piloto y co piloto aterrados, hasta que una de las balas reventó el neumático del auto perseguido y se procedió al arresto. Aaltonen volvió al parque cerrado, siguió en la competencia y fue finalmente tercero.

Inseguridad de aquellos tiempos y anécdota inigualable que dejó el paso de la Londres-Mexico por nuestra capital.

 

 

 

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