La Indy cada vez habla mas fluído su inglés

La Indy vuelve a priorizar a los pilotos norteamericanos.

Por Ignacio Bettosini

Tanto los fundamentalistas de la CART / Champ Car como los de la Indy Racing League viven recriminándole a Tony George que, una vez que ganó la guerra de monoplazas, su categoría adoptó las características tan rechazadas que identificaban a su rival -mezcla de circuitos mixtos y óvalos, pilotos de todo el mundo y equipos de punta de alto presupuesto-, dejando en el olvido su propuesta de hacer disputar victorias a pilotos estadounidenses en óvalos estadounidenses, con su talento al volante como única arma.

Sin embargo, algo de ese sueño está volviéndose realidad en esta pretemporada 2011: una nueva camada de jóvenes pilotos estadounidenses está desplazando a los veteranos extranjeros que han venido dominando las acciones los últimos años. De hecho, los norteamericanos están sentándose en la mejores butacas cuando, a medida que se acerca la próxima temporada, la música de los auspiciantes va dejando de sonar.

Sin embargo, muy poco de esto puede atribuirse a Tony George. La nueva directiva de la IndyCar que asumió en marzo pasado, encabezada por un ajeno a la politiquería que había engangrenando a Indianápolis, Randy Bernard, está haciendo a la categoría cada vez más atractiva para las empresas estadounidenses.  Ellas están cada vez más interesadas en involucrarse en la IndyCar y en patrocinar a pilotos locales, en detrimento de los extranjeros. Este cambio de tendencia es otra de tantas buenas noticias que viene acumulando Bernard y compañia.

Chip Ganassi, que había tenido un estadounidense como piloto regular por última vez en 2002, armó un equipo paralelo al de los laureados Dario Franchitti y Scott Dixon con dos promesas locales como pilotos. Una de las nuevas plazas es para Graham Rahal, hijo del tricampeón Bobby, quien ganó su primera carrera de IndyCar al debutar en San Petersburgo 2008 y este año anduvo boyando por distintos equipos medianos y mediocres esperando por su gran oportunidad. La otra es Charlie Kimball, nacido en Inglaterra pero criado en Estados Unidos y cuarto en la Indy Lights 2010, quien además padece diabetes y recibe un fuerte apoyo de un gigante de la farmacéutica. La mancha negra en el currículum de Kimball es la escasez de victorias, incluyendo una sequía total la pasada temporada, y su inexperiencia en definiciones de campeonatos de monoplazas. Como sea, si Chipster pone el ojo, los demás deben tener ojo.

Además de la nueva estructura de Ganassi, el británico Dan Wheldon, campeón 2005 y experto en óvalos, fue sustituido en Panther por J.R. Hildebrand, un estadounidense de apenas 22 años y campeón 2009 de la Indy Lights. Tony Kanaan perdió su auspiciante de toda la vida, por lo que Michael Andretti lo dejó ir y en su equipo quedaron únicamente su hijo Marco Andretti y los populares Danica Patrick y Ryan Hunter-Reay, todo ellos estadounidenses. Para cerrar la lista, el joven canadiense James Hinchcliffe está cerca de firmar contrato para toda la temporada, y Ed Carpenter, hijastro de Tony George, tiene contrato para la mitad de las carreras y busca apoyo para volver a tener un año completo.

Con apenas dos carreras fuera de América del Norte, la falta de estrellas propias estaba afectando la popularidad de la IndyCar. Pero, parafraseando a Monroe,  dos siglos atrás, la histórica categoría americana de monoplazas ” es cada vez más cosa de americanos”.

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