La infructuosa búsqueda del verdadero Meteoro…

Por Ignacio Bettosini

Los debates sobre si el mejor piloto de Fórmula 1 fue Schumacher, Fangio, Prost, Senna, Clark u otro son acalorados e interminables. Incluso decidir el mejor piloto de una misma época es casi imposible. ¿Cómo comparar a Sebastian Vettel, Sébastien Loeb, Dario Franchitti, Jimmie Johnson, Yvan Muller, Mattias Ekström y Tom Kristensen? Corren con autos totalmente distintos, en carreras de duración variada, y hasta circuitos incomparables en el caso los óvalos de la IndyCar y la Nascar y las rutas del rally.

Una solución es la Carrera de Campeones, que reúne anualmente a varias de las grandes estrellas del automovilismo en igualdad de condiciones. Pero el formato de las carreras y el circuito distan de lo que exige una competencia de verdad. Otros intentos de carreras de invitados, como las fechas especiales del V8 Supercars Australiano, los 200 km de Buenos Aires del TC2000 Argentino y el Trofeo Andros, no siempre nos dejan satisfechos.

La única solución a este dilema es que los pilotos cambien de disciplinas, idealmente en un mismo año, cuando están a pleno de sus capacidades. De hecho, la versatilidad para adaptarse a cualquier montura debería ser una cualidad a destacar en un piloto. Suena extraño en estas épocas de superespecialización, donde para imponerse a los demás en un campeonato suele preferirse dedicarse de lleno a lo propio.

Sin embargo, basta recorrer los grande nombres de la historia del automovilismo para reconocer que variar de máquinas era común. Pilotos como Stirling Moss, Jochen Mass y Jacky Ickx ganaron carreras del Mundial de Resistencia en simultáneo con sus mejores años de Fórmula 1. Denny Hulme fue campeón de la Can-Am y tercero en la Fórmula 1 en 1968. Su jefe y compañero de equipo, Bruce McLaren, lo imitó al año siguiente. Mario Andretti ganó las 500 Millas de Daytona, las 12 Horas de Sebring, ocho carreras de la Indy y dos de autos sprint, ¡todo en 1967! Pero ese año siempre le pareció pésimo, porque abandonó en las 500 Millas de Indianápolis y perdió el campeonato de la Indy en la última carrera… Eso sin mencionar que fue campeón mundial de Fórmula 1, vencedor de la subida al Pikes Peak y un larguísimo etcétera.

Por suerte, hay excepciones a la estrechez que impera el automovilismo actual. Desde fines de 2009, Robert Kubica corre cada vez que puede en carreras de rally, más de lo que se supondría de un piloto de Fórmula 1. De todas maneras, la lista de pilotos corriendo en Europa en disciplinas variadas no es muy larga, incluso considerando los que corren en resistencia además de turismos para la misma marca, caso de Jörg Müller y Andy Priaulx con BMW en años recientes.

En Estados Unidos, los pilotos son mucho más abiertos a salir de su hábitat natural. Patrick Long, en paralelo a su trabajo como piloto oficial de Porsche en resistencia, ha ganado carreras de divisiones menores de la Nascar y ha corrido en motocross y autos sprint, para volcar esa experiencia al pilotaje del 911. El quíntuple campeón de la Copa Nascar, Jimmie Johnson, aprovecha los contados huecos en el calendario para probar en sport prototipos y mejorar sus habilidades en circuitos mixtos. Los pilotos de Ganassi y Penske también han corrido con frecuencia los clásicos de resistencia. Sin ir más lejos, en las 24 Horas de Daytona dentro de cuatro semanas, las victoriosas duplas Dario Franchitti / Scott Dixon y Juan Pablo Montoya / Jamie McMurray convergerán nuevamente en una misma butaca de Ganassi.

Dos casos son aún más extremos. Travis Pastrana fue campeón estadounidense de motocross de 125cc en 2000, pero jamás ganó carreras en la división principal. En cambio, su popularidad creció haciendo piruetas en motocross en los X Games. Fue múltiple medallista e inauguró trucos como el backflip, el doble backflip, el 360 y el rodeo 720. En 2005 se inscribió en el campeonato Rally America, donde se llevó cuatro títulos al hilo entre 2006 y 2009. Sin dejar de subirse a las motos, consiguió nuevas medallas en los X Games sobre cuatro ruedas y tuvo un par de apariciones penosas en el Mundial de Rally. Ahora le dio por las carreras de autos stock: en 2011 tiene aseguradas siete carreras de la Nascar Nationwide, la segunda división, y va por más. ¡Eso que recién tiene 27 años!

Para finalizar la recorrida, debemos mencionar a Robby Gordon, quien por estos días es noticia por ser candidato en el Rally Dakar. Es triple vencedor en la Baja 1000, la carrera de rally raid más importante de América del Norte, y siete veces campeón norteamericano de rally raid. Pero también tiene logros en circuitos: consiguió victorias de clase en las 24 Horas de Daytona y las 12 Horas de Sebring; dos triunfos y nueve podios en la CART; y tres victorias y 16 top 5 en la Copa Nascar.

Es difícil saber si están motivados por el dinero, por la sed de gloria o por la aventura de probar lo desconocido. Curvones, horquillas, peraltes, desniveles, barrancos, barro, asfalto, hielo… lo único que debería parar a un piloto es la familia.

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