Las cosas en su lugar – Por Mario Uberti

Campeón de la Pro Mazda significa eso. Campeón de una Fórmula promocional y un escalón más con la mira puesta en seguir subiendo. No se pudo seguir, por razones de presupuesto, en la GP3 y Santi y su entorno, mas un Eliseo Salazar que mucho aportó, apostaron por esta categoría norteamericana, a cuenta de los precoces 18 años de Santi, con tiempo para recorrer el camino mas largo.

Hoy, mientras festejamos su título y reconocemos el esfuerzo del piloto, su familia, el Team Pelfrey y los patrocinantes uruguayos que tanto han hecho, es justo, aunque quizás poco simpático, decir que nadie ha tocado el cielo con las manos.

Es mas, su titulo ha sido la forma -quizás- de salvar su carrera deportiva, pues los 750.000 dólares que le llegan como beca para la Indy Lights 2016 (con un presupuesto total de mas del doble) es, todavía sin seguridad total, la garantía de su continuidad en la difícil escalera por el primer nivel internacional.

Está muy lejos todavía, mucho mas lejos de lo que estuvo Gonchi, por lo que festejar sí, pero a todos quienes nos toca de cerca un título tan especial, hay que estar dispuestos a apoyar la siempre difícil carrera de enfrentar a los patrocinantes (especialmente los estatales, impuestos a una importante reducción presupuestaria) para que esto no quede en nada.

Santi llegará el miércoles en vuelo de American y allí comenzará el trabajo de él y su padre mirando ese 2016 que tiene la puerta entreabierta por este título, pero que será difícil de abrir de par en par.

Nos alegra muchísimo lo conseguido, y el Santi Campeón que grité el sábado, todavía resuena en mis tímpanos. Pero el realismo no coloca nuevamente con los pies en la tierra. Sabiendo que un escalón es sólo parte de una escalera, y por ahora, hay mucho que subir.

Tarea de todos los que así queremos que suceda.

 

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