Probamos el Renault Clio Mio con el motor 1.2 – 16 V

El año comenzó bien en ventas de cero kilómetro y como siempre, con tendencia a que dominen la estadística –por muchos cuerpos- los mas accesibles en precio.

No es tarea fácil para las marcas, ya que la voracidad fiscal determina que tengamos autos que en los países limítrofes llegan a costar, a veces, la mitad.

Pero enfrentados a nuestra realidad, el arte del representante de marca resulta en colocar a la venta un modelo muy reconocido, en este caso el Renault Clio, ahora en su versión “Mio”, ejemplo perfecto de la filosofía “low cost” que seguramente le permitirá pelear el segmento con buenas chances de figuración final al cierre del 2013, apuntando en muchos casos a clientes aspiracionales al “primer cero” de sus vidas.

 El “Clio” es un modelo histórico para la gente del rombo y comenzó a fabricarse en 1990, como sustituto del “SuperCinco” y por lo general, algo a veces difícil, recibió el mismo nombre en casi todos los países, salvo en Japón dónde en un tiempo se le conoció como “Lutecia”, nombre que los romanos daban a París.

Y por irnos un poco a la historia y la mitología griega es por allí dónde se encuentra el nombre “Clio”, una de las nueve musas, protectora de la historia que aparece generalmente en las representaciones clásicas con un rollo de escritura en sus manos.

En estos 22 años uno puede recordar desde modelos picantes (Clio Williams de 1995 o el 2.0 de 172 HP y hasta el Turbodiesel de 65HP de 2003 que daba sus impresionantes 17 kilometros por litro o hasta su adaptación eléctrica, que vimos y filmamos en Ginebra el año pasado, el “Zoe”).

En este caso, la idea de Santa Rosa Automotores, con este compacto,  es posicionarlo como un caballito de batalla, como modelo de entrada a la marca y por ello el muy ponderado precio –para Uruguay- de 17.990 dólares.

El “Mio”, exteriormente, es la modernización estética del Clio II y se fabrica en la planta argentina de Santa Isabel, presentando cambios en el frontal que ahora se ajusta directamente al último estilo de diseño de Renault. También se modificaron la grilla, los grupos ópticos y el paragolpes, pequeñas variantes que le caen bien al nuevo modelo. Atrás, también se rediseñó el conjunto, incluyendo la luneta y los faros. El peso en orden de marcha supera apenas los 900 kilos.

El hábitat natural de este cinco puertas con tracción delantera es la ciudad, dónde resulta ideal para el denso tránsito que soporta por ejemplo Montevideo, que en sus horas pico resulta en un factor importante del stress del día a día.

Es muy ágil, con adecuada dirección asistida y es respetable su potencia teniendo en cuenta que lo anima un motor de 1.200 cc.  con inyección multipunto. Sí, 1.2 , cuatro cilindros y 16 válvulas que resultan en uno de los ítems mas destacables a la hora de tenerle en cuenta, pues en el tránsito ciudadano me dió 13 kilómetros por litro, o 260 con 20.  Pues si a Ud. y a mi  nos da bronca tener tanta carga de impuestos sobre el auto que elijamos, qué decir del precio del combustible…

Acelerando hace el cero a cien en 13 segundos y en velocidad final, a cronómetro en mano, 158 k.h, valores adecuados a un modelo que se vende con garantía de dos años o hasta 50.000 kilómetros, lo que ocurra primero.

 TECNOLOGIA EN EL INTERIOR

Veamos los destaques, comenzando por radio AM/FM, reproductor de CD, lector de MP3, USB, entrada auxiliar Jack y Bluetooth manos libres.

En materia de confort: aire acondicionado de cuatro velocidades, asientos delanteros del tipo butca, con respaldo reclinable hasta casi posición cama, limpia lava luneta, limpiaparabrisas de dos velocidades, luneta térmica, luz delantera en consola de techo, palanca de cambios con acolchado, tacómetro, viseras parasol y volante de tres rayos, de buen grip, tacómetro con cuatro colores.

En cuanto a seguridad, apoya cabezas delanteros y traseros y cinturones de seguridad atrás, a los flancos inerciales de tres puntos y central, ventral. A su vez, un destaque para el dispositivo antiarranque con transponder.

El “Mio” al igual que diría al menos el 80% del parque automotor en nuestro país viene sin doble airbag y es fácil suponer que esto es en aras del precio en un modelo que trae como opcionales vidrios delanteros eléctricos, bloqueo de puertas y alarma, con un plus de 700 dólares.

La posición de manejo es cómoda, el alcance al instrumental fácil, la caja de quinta dócil y su manejo muy agradable, sobre todo en ciudad a cuenta de su agilidad y,por la suspensión que parece calculada para el feo estado de nuestras calles y avenidas.

En definitiva, un Renault “cero kilómetro” por menos de 18.000 dólares. Una muy buen opción en nuestro mercado para quien busca un auto que le defienda lo que puede pagar.

 

 

 

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