Nuevo Citroen C Elysee llegará en Marzo

Junto al Citroen C Elysee. Motormario estuvo en Barcelona en el lanzamiento a la prensa internacional.

Catorce horas, incluído el cambio de avión en Madrid y finalmente, el aeropuerto de El Prat en Barcelona.

Tras Migraciones, un cartel con mi nombre y una gentil azafata que me muestra el camino hacia la sala VIP que instaló Citroen, a la espera de los catorce periodistas que hemos sido invitados a probar el novísimo “Elysee”, fabricado a unos 300 kilómetros, en la planta de la ciudad de Vigo.

Una pequeña charla, la entrega de la hoja de ruta y las instrucciones en el manejo del GPS y a conocer el modelo,  previa solicitud de que en mi caso fuera un Elysee con motor 1.6, idéntico a los que recibirá Oversil, representante en Uruguay, en el mes de Marzo del año que viene.

 

Un interior muy confortable y cuidado para un modelo que en Marzo estará llegando a nuestro país.

Citroen tiene un muy buen desempeño en la gama semi-alta europea, con los DS4 y DS5, de los que ya llevan vendidos mas de 250.000 unidades–mas los atractivos DS3 y  C3 que por aquí ya conocemos- pero no descuida el segmento “B” y se propuso con el “C-Elysee” un auto descripto como“un encanto, de costo accesible”.

En realidad es un “auto global”, destinado a unos cuantos de los noventa mercados dónde está representada la marca y comparte, grupo PSA mediante,  plataforma y unos cuantos elementos con el Peugeot 301, que también se fabrica en Vigo.

La primera impresión es de un mediano con señorío y la personalidad que le da su frontal con el “doble chevron”, cuyo origen, si me permite, bien vale un párrafo.

Es que el símbolo de Citroen nació en 1901, es decir 18 años antes de la fundación de la marca. Ese año, el joven ingeniero André Citroën fundó la “Sociedad de Engranajes Citroën”, que proveía a distintas industrias de unos engranajes con los dientes en forma “V invertida”. Esta configuración revolucionaria permitía un funcionamiento más suave, silencioso y eficaz que los engranajes convencionales. En 1919, André Citroën decidió inspirarse en la forma de estos engranajes como logotipo de su recién fundada marca de automóviles.

 

COMPACTO CON SEÑORIO

 

El diseño fue concretado en Velizy, Francia y se hizo hincapié en sus 4.43 de largo, que le hacen una berlina compacta aunque familiar, que no es evolución sino un genuino tres volúmenes, con presencia, con un cuidado equilibrio entre tamaño, habitabilidad y equipamiento y que comienza a venderse este mes en algunos mercados tras cuatro millones de kilómetros de tests.

El espacio interior me pareció excelente ya al conocerlo, pues sentándome atrás comprobé cuanto influye una distancia entre ejes de 2.65 que no compromete al baúl, con 507 litros de capacidad. Les doy un dato, para quien se ubica atrás hay siete centímetros mas de espacio que en un C3.  Tiene un buen ancho de 1.75 y una altura de 1.47.

La posición de manejo es muy cómoda, con fácil acceso al instrumental y, en este caso a la caja manual, que fue la que elegí para mi ruta.

Sobrio, de líneas muy agradables, el Elysee para un segmento muy competitivo.

Considerando que es un auto destinado a pelear un segmento muy sensible al precio, las terminaciones son realmente muy buenas. Comenzando por el tapizado y un instrumental completo, con abundancia de plásticos rígidos que parecen ser la tendencia.

 

De serie: ESP, dirección asistida eléctrica, cuatro airbags, levanta vidrios eléctricos delanteros, radio CD-MP3 y aire acondicionado. Apenas anoté un detalle y fue la regulación del volante, solamente en altura.

La versión “Exclusive” que probé tiene el volante en combinación cuero con remate cromado, así como también el pomo de la palanca de cambio y un aditamento en el aire acondicionado, el Max, para enfriamiento rápido. También limitador de velocidad y sensor atrás para estacionamiento, en tanto las llantas eran 16 pulgadas.

DOS MOTORES DISPONIBLES

Conduje el 1.6 de cuatro cilindros, 16 válvulas y 115 caballos, ya muy probado en otros modelos de la marca y que en principio será el primero en llegar a Uruguay, pero en Oversil no descartan para el futuro la opción del motor mas chico, de tres cilindros,  78 HP y 1.200 cc.  que también estaba disponible para mis opciones en el Aeropuerto.

IMPRESIONES DE MANEJO

 El primer recorrido insumió unas tres horas, por distintos tipos de rutas aledañas a la ciudad condal. Recuerdo el paso por St Cugat del Vallés,  St Feliú, y un montón de pueblitos que nos ofrecieron un magnífico entorno en día soleado que terminó siendo noche en uno de los hoteles mas exquisitos que he conocido (La Florida), en el propio cerro “Tibidabo”.

Siendo Citroen, comenzaré por referirme a la suspensión, a la altura de una marca que en este aspecto siempre fue punta. El manejo, cambiando de pavimentos,  con gran confort vertical y balanceos mínimos, excepcionalmente suave, con la ayuda de una dirección con asistencia eléctrica variable: un placer.

Acelera con un pique muy correcto para sus 1.130 kilos y frena bien, con sus discos autoventilados adelante y tambores traseros. Probé la “asistencia de frenada” para caso de emergencia y directamente “lo clavó” en el asfalto.

En caminos sinuosos, bajadas y subidas, no es sub virante y tampoco tiene a perder la cola, aunque un par de veces lo forzamos. Recordemos que en un tracción delantera eso sería casi de orden.

Tras un cocktail y conferencia de prensa en la que se estableció como meta “30.000 unidades vendidas” para este modelo en 2013 (sin contar el C4L que es sólo para el mercado chino),  una cena que fue un privilegio y a la cama.

A las 7, en pie, para regresar, 250 kilómetros de ruta mediante, al Aeropuerto. Probé por unos kilómetros, en breve trueque con un periodista colombiano, un C Elysee con el motor chico y evidentemente no es lo mismo, para zonas con elevaciones. Pero tratándose de nuestras planicies, el consumo de unos 400 con 20 sería una opción a considerar si es que el tres cilindros llega a nuestro país.

En síntesis, un auto familiar muy bien logrado y que en un segmento competitivo tendrá muy buenas armas, cuando llegue. En Oversil no quisieron darme idea del precio, pero el rango medio de los veinte mil dólares –por allí, quizás un poquito mas,  me animo a que podrá ser ubicado- lo haría un modelo de muy buena repercusión.

En realidad, fue un día de viaje, por ocho horas de pruebas y el reencuentro con la magnífica Barcelona, que no visitaba desde los Juegos del 92.

Amo esta profesión.

 

 

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