Probamos la nueva Chevrolet Tracker

Louis Chevrolet era un suizo que corría carrera de autos en Estados Unidos y que encontró en William Durant quien le financiara la fundación de su nueva marca, allá por 1911.

Así nació la Chevrolet Motor Car Company. El famoso logo sería inspiración de Durant, cuando alojado en un hotel de París, quedó encantado con el empapelado de las paredes de su habitación, que mostraban un dibujo, un cuadrado sobre un paralelogramo, que resultaban en una figura geométrica. William arrancó un pedazo, se lo guardó en su billetera y luego lo impondría como el símbolo de Chevrolet, usándolo como tal por vez primera en 1913.

 

Hablamos de cien años de aquel acontecimiento, uno de los importantes de una gran historia que una vez que Chevrolet se convirtiera en división de General Motors, siendo su marca mas representativa, ayudó a convertirla, con el correr del tiempo,  en la marca mas vendida del siglo 20.

 

En tanto tiempo, Chevrolet ha contribuído a moldear la historia del automóvil y entre otras cosas asume para sí ser la marca creadora de los Sports Utility Vehicles (SUV) con aquel “Carryal Suburban” de 1935, un vehículo de pasajeros apto también para carga.

No ha sido sin embargo en ese segmento dónde el mayor reconocimiento ha llegado a Chevrolet. Fue en pick ups y automóviles, por cierto: Bel Air, Impala, Chevette son algunos ejemplos de otras décadas, en tanto tras imponer su concepción global y ya en los últimos años, el nuestro y otros mercados han incorporado modelos de muy distintas procedencias: Corea, Brasil, Argentina, México.

La región tiene mas de 20 modelos diferentes y en Uruguay General Motors ocupa todo escalón posible hasta los 45.000 dólares. Veamos, en los últimos tiempos: Celta, Corsa, Spark, Aveo, Agile, Vectra, Zafira, Cruze, Captiva, Sonic y las pick ups, con el Camaro en otra dimensión.

Con buenos precios y una calidad muy reconocida, General Motors ha liderado el ranking de ventas de nuestro país en los últimos años, y con holgura.

El año pasado obtuvo prácticamente el 20% del mercado, es decir unos 10.000 vehículos vendidos de un total de 53.000. Y a Julio de 2013, llevaba 4.777, es decir un 15% de los 31.072, cifra que –por otra parte- va en camino a un nuevo récord en el total de ventas para el mercado automotor uruguayo.

NADA QUE VER CON LA DE LOS NOVENTA

 

La llegada de la nueva Tracker (nada que ver con la del mismo nombre de los años 90) es para ocupar un lugar, no menor, como que allí ha ido creciendo –por ausencia de rivales-  la Eco Sport de Ford, marca que sin embargo está en la quinta parte en cuanto a ventas totales de lo que ha realizado GM este año.

“La Captiva es otra cosa”, se nos dijo, por lo que desde México llega la Tracker (en otros mercados llamada Trax, Mokka o Encore) y que conocimos en “Objetivo: Salón de París 2012”.

Ya desde aquel entonces me pareció visualmente impecable y hoy, con ella a mi frente, he reflejado en mis apuntes –los que ahora desando- los elementos que en conjunto la hacen un vehículo que vale mas que lo que cuesta, sin duda.

Con sus 4.25 de largo, 1.76 de ancho y 1.65 de alto tiene una línea compacta que inicia en gran forma con una trompa muy bien lograda que luego fluye armónicamente, destacando en el techo las barras portaequipajes en aluminio.

Esta Tracker LTZ, la mas equipada de la gama con doble tracción, caja automática y techo solar, llama positivamente la atención, también con un buen precio por debajo de los 40.000 dólares., con garantía de tres años.  (Hay dos versiones mas, por debajo de este precio).

Como SUV es mediana y  luce alta con un despeje al suelo es de 16 cms.  Es compacta y robusta, incidiendo en forma positiva sus llantas  de aleación de 18 pulgadas con neumáticos 215/55, que cubren prácticamente todo el pasaruedas.

En el frente destaca su grilla dividida, un paquete óptico generoso y algunos detalles cromados, con bien logrados nichos para sus faros antiniebla, en tanto en su línea media y atrás tiene algunos rasgos seguramente derivados de la Captiva.

Bajo el capot el motor 1.8, idéntico al del Cruze, con cuatro cilindros, 16 válvulas, doble árbol de levas,  inyección directa y 140 caballos, asociado en el modelo que probé a una caja automática de seis marchas.

Esta caja es uno de los rasgos diferenciales respecto a los otros dos modelos disponibles de la Tracker: LT y LTZ manual, ambos solamente con tracción delantera.

Se trata de una secuencial cuya tracción integral es permanente, denominada “All Wheel Drive on Demand”. Vale aclarar que se reparte la tracción en función a lo que el terreno pide. Si fuera bitumen en buen estado sería tracción delantera, solamente, pero al cambiar, el sistema inteligente se encarga de repartir la tracción a las traseras. La función secuencial se opera desde un botón al costado del joystick central, al que hay que acostumbrarse un poco.

Otro es el techo solar eléctrico y también el sistema de información “My Link”, con pantalla de siete pulgadas, que no es navegador satelital pero si ofrece con manejo táctil: audio, comunicaciones telefónicas y reproducción de fotos y videos, estos con el vehículo detenido. A su vez, hay mandos en el volante para el sonido y conexiones USB y Auxiliar en una guantera delantera.

En el menú del My Link hay una función llamada “Stitcher” a través de la cual, por 3G del teléfono podemos enlazarnos a Internet con la pantalla.

Algo mas para destacar a favor del modelo probado son los sensores de estacionamiento y la cámara hacia atrás para facilitar el retroceso y las butacas en cuero.

LA POSICION DE MANEJO

Primero, a destacar como siempre en vehículos elevados, la facilidad de acceso y en este caso la posición al volante da para otro OK. Como toda SUV ofrece un mejor panorama visual y subjetivo o no, una sensación de dominio de la escena, pero a la vez el ajuste manual, bajo-alto- de la butaca así como la regulación eléctrica  de presión lumbar, otorgan comodidad a la que contribuye la columna de dirección de ajuste en profundidad y altura.

El panel de instrumentos tiene preeminencia digital (velocímetro de buenas dimensiones) y un cuenta vueltas analógico de aguja roja. En el margen superior se aprecia la información variable de la computadora, con consumo litros/km, promedio de velocidad, totalizador del viaje, y en posición central la carga actual del tanque, así como brújula y en que posición está el comando de la caja automática.

Las butacas del modelo probado son de símil cuero sintético bi-tono y muy cómodas. El abatimiento es manual.

En cuanto al espacio, es un 2 mas 2 y 1/2, con muy buen espacio para los de adelante y algo mas ajustado, por lógica de tamaño, para los de atrás. El baúl tiene buena boca y una capacidad de 305 litros que va a los 700 en caso de abatirse los asientos traseros, operación realmente sencilla.

La rueda de auxilio –normal- aunque de distinta medida va interna en el piso del baúl, opción mucho mejor a las que la llevan afuera, atrás, lo que obliga a puertas de apertura lateral.

 

SEGURIDAD EN LA TRACKER

Para el manejo, mención especial para el control de estabilidad y tracción así como al sistema de asistencia en ascenso a pendientes.

Amén de los faros, regulables en altura, también a notar los antiniebla, delanteros y traseros.

Hay airbags frontales para conductor y acompañante, así como también laterales y de cortina. A su vez barras de protección en los costados y columna de dirección colapsable en caso de impacto.

Sistema de frenos ABS con distribución electrónica de frenaje y en los asientos anotamos los apoyacabezas delanters regulables en altura y atrás fijación de asientos para niños con sistema Isofix.

El modelo viene con alarma antirrobo.

 

TODOS LOS DATOS TECNICOS

 

El peso de la Tracker LTZ AW AT es de 1.430 kilos. El sistema de frenos prevé discos ventilados adelante y sólidos atrás y la suspensión delantera es del tipo Mc Pherson, en tanto la trasera es semi independiente.

El tanque de combustible tiene capacidad para 53 litros.

Destaquemos ahora otros elementos: aire acondicionado, control de velocidad de crucero, Bluetooth, encendido automático de luces, cierre centralizado de puertas con comando a distancia, levanta vidrios delanteros y traseros, toma auxiliar de 12 Volts, espejos exteriores eléctricos calefaccionados, desempañador de luneta trasera, luces de cortesía y lectura, volante y manijas con detalles cromados y parasoles con espejos de cortesía iluminados.

 

AL VOLANTE DE LA TRACKER

Para el uso ciudadano fue muy bueno comprobar que en rangos bajos el motor tiene una excelente respuesta, lo que equivale a buena agilidad.

El paso de cambios de la caja automática es promedio, con el beneficio de una “segunda” larga para mejor salida.

Es confortable en la marcha, copia bien las imperfecciones de nuestras benditas calles y avenidas -a pesar de neumáticos de perfil bajo- no repica,  y aunque sólo lo probé por un camino rural cercano a Pando, para sentirle en ripio, la tracción “On demand” surtió su deseado efecto evitándome casi en su totalidad el deslizamiento en curva. Imagino obviamente su ventaja en condiciones de lluvia.

La Tracker tiene muy buena insonorización, dobla y frena como uno puede pretender y su consumo, para un 1.8 que lleva 1.430 kilos, es bueno: me dió 8.7 kilómetros por litro en ciudad y 11.5 en carretera a marcha promedialmente sostenida de 120 k.h.

El cero a cien lo hace en 11 segundos y su velocidad máxima fue de 187 k.h. a 6.300 vueltas y en quinta. En sexta, a menor régimen, llega a 175.

En definitiva, una camioneta con un alto nivel de accesorios, terminaciones y seguridad,  de estupendo comportamiento ciudadano, perfecta en estabilidad carretera y que como sucede siempre con un producto Chevrolet defiende su precio con creces.

Al margen de eso, dígame si no al ver las fotos. gusta a primera vista.

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