Renault Fluence Turbo, 180 HP que realmente se notan

¿Como aumentar la potencia sin tener que aumentar la cilindrada de un motor, si tenemos en cuenta que esto depende de la cantidad de combustible quemado y del número de revoluciones?

Por mucho que aumentemos la cantidad de combustible que llega a la cámara de combustión, no aumentaremos la potencia si la nafta no encuentra aire suficiente para quemarse. Por lo tanto, sólo es posible si conseguimos hacer ingresar en el interior del cilindro un volumen de mezcla -aire y nafta- mayor del que ingresa en una “aspiración normal”. Esto es posible a través de un turbocompresor, palabra clave en estos tiempos y que permitirá, por ejemplo,a la F1  a partir de 2014, pasar de los motores V8 de 2.400 centímetros cúbicos a los V6 Turbo de sólo 1.600 cc, sin pérdida de potencia en el camino y con un ahorro, según dicen de un 30% en el consumo de combustible.

Es básicamente a través una turbina -que gira impulsada por los gases de escape- y que comprime dicha mezcla por lo que en el mismo cilindro ingresa más, y sin embargo no significa -por su eficiencia- mayor gasto de combustible. La evolución es evidente en muchas marcas y en este caso lo es en Renault, cuyo Fluence 2.0 ya probamos en Motormario y que ahora llega a Uruguay en su versión 2.0 Turbo, con 180 caballos de potencia.

El nuevo producto de la gama Renault Sport tiene ahora un plus de energía muy importante que a mi criterio, tras probarlo, resulta en otro auto, que exteriormente tiene pocos pero visibles cambios y en su esencia es diferente: picante, agresivo y generador de satisfacciones conductivas que le hacen en un magnìfico continuador de la trayectoria que en  deportivos tiene la familia del rombo.

Ud. podrá decirme que de poco le importan las prestaciones deportivas, pero a quienes sí nos importa ese plus, un auto de 180 Hp, que en su lanzamiento -partida limitada- está en un precio de 39.990 dólares, resulta sumanente atrayente.

Este Fluence llega desde Argentina, desde la planta de la marca en Santa Isabel, Córdoba y ha sido un desarrollo específico de RTA, Renault Technologies America, un equipo de alta perfomance integrado por ingenieros de Argentina, Brasil, Chile y Colombia.

FORMAS AGRADABLES

En Abril escribí: Me gusta la trompa, y también su remate posterio.r muy bien logrado, para un modelo dinámico, elegante  y bien resumido por su propio nombre.

Hoy, le agrego que el kit deportivo-aerodinámico le sienta bárbaro. Un poco mas bajo, con llantas de 17 pulgadas para neumáticos 205/55, spoiler delantero y alerón atrás, mas faros de xenón, dan una idea del espíritu del Fluence Turbo -que se identifica atrás por la insignia Renault Sport- y  que realmente se verifica tras el volante y con el pie derecho aprovechándose del torque y la potencia a disposición. La relacion del peso (1.345 kilos) con los 180 HP es de un buen valor: 7.47.

UN INTERIOR CON ALGUN CAMBIO

El Turbo tiene variantes en el instrumental, ahora con dos redondos y uno rectangular, con rpm analógico y velocímetro digital, con medidores de combustible y temperatura en LCD.

Pero hay que notar y destacar, por sobre la computadora de a bordo,  al  navegador satelital Tom Tom integrado en el panel central, con perfecta información por ejemplo de las calles y rutas de nuestro país. No es nada fácil encontrar en esta gama de precio algo así.

A su vez, el nuevo modelo incorpora control de velocidad regulable y limitador de velocidad, retrovisor con sensor anti encandilamiento y sensores acústicos  de estacionamiento, atrás.

Mantiene  ítems ya verificados como la tarjeta-llave para arranque -con botón- y apertura y cierre de puertas, el volante regulable en altura y profundidad e indicador de temperatura exterior, así como tapizado, volante, palanca de cambios y freno de mano revestidos en cuero.

Veamos otros items: asiento del conductor, regulable en altura; cierre eléctrico de puertas, tapa del combustible y baúl; climatizador automático bi-zona con salidas traseras; consola central delantera cerrada, con apoyabrazos integrados; guantera refrigerada; levanta cristales delanteros y traseros con comando eléctrico; sistema de audio 3D sound “by Arkamys” con doble antena, MP3, USB y Bluetooth;  techo solar eléctrico; alerta sonora para el olvido de luces encendidas y cinturón de seguridad no abrochado.

En el rubro seguridad activa-pasiva mantiene todo lo bueno del modelo Privilege que probé en Abril: seis Airbags: frontales, laterales de tórax y de cortina en plazas delanteras y traseras; sensor de lluvia para encendido automático del limpiaparabrisas; sensor de luminosidad exterior para encendido automático de luces; alarma periférica; asistencia al Frenado de Urgencia (AFU) y encendido automático de balizas; cierre automático de puertas en rodaje y en cuanto a cinturones de seguridad: delanteros de tres puntos, regulables en altura con pretensionador ventral y limitador de esfuerzo y cinturones traseros de tres puntos con limitador de esfuerzo.

 

MANEJANDO EL FLUENCE TURBO

La caja es de seis marchas, bastante corta, y me parece la mejor opción para un auto cuyo conductor seguramente valora su tono deportivo, aunque el cero a cien no fue “de locos”: 7.6 segundos.

Acusticamente el modelo es impecable y en marcha con el Turbo dormido, no se siente nada. Pero basta con que uno lo llame, para que los decíbeles acompañen su aceleración, dándole un toque musical a cada acelerada con bríos.

Son puntos muy a favor la incorporación al modelo del control de tracción y el de estabilidad, así resulta importante como la distribución electrónica del frenaje -que está en el Fluence “normal”- en tanto se nota un toque a la suspensión que no es dura, aunque lo suficiente para controlar la estabilidad en las curvas.

El motor es el dos litros, cuatro cilindros, dieciseis válvulas con inyección secuencial multipunto y permite una máxima de 214 k.h. (por cronómetro) con el mencionado Turbo que le hace trepar a los 180 caballos. La sensación de manejo es sumamente agradable, con el plus de su reacción y una dirección -eléctrica con asistencia variable- que hace del conjunto un placer con volante.

En sìntesis, un auto que sube un escalón enorme -para quien lo quiere picante- y que resulta en una excelente relación precio-calidad-prestaciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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