Un híbrido a prueba en Motormario: el interesante BYD Qin

En 1895  Nikolas August Otto, uno de los padres del automóvil, expresó: “El motor eléctrico es un genial invento que seguramente un día complementará al motor a nafta”.

Sí, 1895, cuando el automóvil estaba en pañales, y ya había quien anticipaba lo que demoró hasta el siglo XXI para ser una realidad efectiva y eficiente: el vehículo híbrido eléctrico, o sea un vehículo propulsado por dos –o mas-  fuentes de energía.

Aunque se suele inferir que el automóvil nació con el motor a combustión  a comienzos del siglo XX, el primer vehículo eléctrico fue diseñado por el húngaro Anyos Jedlik en 1828. Pero por unos cuantos años el problema fue siempre la batería, con tiempos de recarga muy lentos y autonomía reducida, amén del peso.

Para un avance considerable llegó luego la invención de la batería recargable que dejó obsoletas a las que debían ser usadas y luego tiradas a la basura.

Y cabalgando a paso ligero por sobre la historia fue la contaminación la que empezó a plantear la necesidad de energías sustitutivas al motor de combustión, años 60 y luego la crisis del petróleo desatada en 1973 la que le dio un empujón económico a la búsqueda de lo que en 1966 el ingeniero norteamericano Víctor Wouk creó: el primer auto híbrido, carrocería de Buick Skylark,   potenciada por 20 kilovatios de motor eléctrico, junto a un motor a nafta de Mazda, economizaba mas del doble que lo que consumía sólo a combustible.

El “abuelo de los autos híbridos” no vió sin embargo el éxito de su trabajo, pues superada la crisis del petróleo, la industria automotriz renovó su fé en el combustible y no fue sino a fines de los 90 cuando Toyota, inspirado en las patentes de Woek, trajo al mundo el “Prius”, en latín pionero, el primer híbrido de fabricación masiva, del que hoy se llevan vendidos, a nivel global,  mas de cuatro millones de ejemplares.

EL HIBRIDO ENCHUFABLE

La toma del auto está disimulada y se enchufa a cualquier toma de pared.

Se les denomina “Plug In Electric Hybrid”, y es un paso mas reciente y su gran adelanto es que las baterías pueden además ser recargadas enchufando el vehículo a una fuente de energía eléctrica, es decir a un simple toma de pared.

Hoy conocemos varios: el Chevrolet Volt, el deportivo Fisher Karma e incluso la versión Plug In del Prius, sin embargo muchos desconocíamos que el primero, de producción comercial fue el F3DM de la empresa china BYD por “Buid your Dreams o Construye tus sueños”, en 2008.

Aunque cumplirá sus 20 años en 2015, BYD es el mayor fabricante de baterías recargables del mundo. Lo mismo en cargadores de celulares y teclados, considerándose la “empresa que lidera la revolución energética del mundo”.

Con 150.000 empleados y mas de diez plantas en China, fue en 2003 cuando adquirió la por entonces Xian Tsinchuan Auto Company, para oficialmente ingresar a la industria automotriz.

Y es sorprendente lo que once años han hecho de la marca, fabricando vehículos “normales”, eléctricos o como el de nuestro caso, el híbrido enchufable  “Qin”, pronunciado “Chin”, y en homenaje a la dinastía que se cree dio luego origen a la palabra China.

UNA NUEVA EXPERIENCIA

Por fuera, el Qin es muy atractivo, elegante, de buen diseño y con toquecitos deportivos como el frontal y las llantas.

Pero no va por allá la nueva experiencia que representó manejar este auto que es igual a dos. Claro, el carácter de híbrido enchufable que lo convierte en eléctrico cuando uno quiere, o en naftero o en ambos, en cuyo caso el “Qin” en modo “Sport”, es un sedán agresivo de 300 caballos, consiguiendo llegar de cero a cien en sólo 5 segundos y 9 décimas, con una velocidad máxima testeada de 190 k.h.

Tecnológicamente el BYD Qin lo tiene todo, incluyendo un control remoto para estacionarlo desde afuera.

No olvidemos, para comenzar a definirlo, que el “Qin” es ecológico –por ello en China se vende subvencionado por el estado- y muy económico en su consumo, ni que hablar cuando lo utilizamos sólo con el motor eléctrico. Con autonomía de 60 kilómetros,  da un costo de 1 Peso por Kilómetro. Es más la carga completa por enchufe (unas seis horas) nos dará un promedio en la boleta de UTE de 76 pesos. No haga la comparación con la nafta pues le dolerá la cabeza…

Ah, y Ud.podrá circular como quiera, pero a no olvidar que el eléctrico tiene 110 kw, o sea 148 caballos.

También podemos usarlo en la función “Hybrid” y allí priorizará el ahorro, mezclando el motor a nafta (1.5 Turbo de inyección directa y 150 HP) con la batería, que a velocidad constante daría dos litros de combustible cada 100 kilómetros. Fantástico.

 

Por si fuera poco, como el mas fanático ya habrá visto en la F1, con el Kers, el calor que disipan los frenos es ahorrado en forma de energía cinética en la propia batería, colaborando con la carga de la misma. A propósito,  la batería  de 13 kWh es de litio fosfato de hierro y según BYD la de más alta de seguridad .

 

SORPRENDENTE TECNOLOGIA

El “Qin” es casi un folleto de tecnología aplicada al confort de conductor y pasajeros:

El sistema “Inteligent Cloud” (nube inteligente) del Qin incorpora telemática, computación y muchos servicios.

Sumando los dos motores el Qin es muy potente: 300 Hp.

Desde poder configurar a su gusto el tema digital en el tablero, a lector de DVD, posibilidad de TV, GPS y teléfono, climatizador una zona de siete velocidades, sonido digital dts surround, cámara virtual 360 grados que se aprecia desde punto zenital (ver para creer) y esto por mencionar algunos ítems.

La información está al alcance visual por ejemplo en el porcentaje de batería disponible, en cuando está cargando y cuando descargando la misma y el joystick de la caja, sólo tiene función adelante, neutro y reversa.

Allí mismo, atrás del joystick el mando cilíndrico  del comando “Mode” para funcionamiento híbrido ( a la izquierda, con posibilidad de colocar Sport para la mayor potencia) o izquierda, para eléctrico, con función Eco.

Levanta vidrios eléctricos, luces regulables en altura, techo solar, cierre centralizado.

En cuanto a seguridad para los ocupantes; dos airbags delanteros, dos de protección de rodillas, dos laterales en los asientos delanteros y dos en los traseros y dos cortinas laterales inflables. Además, sistema de monitoreo de presión de neumáticos, alarma de pérdidas de aire.

Ah, y a no olvidar un lindo juguete: es que el Qin se puede manejar (aunque está pensado para estacionar)  desde afuera del auto – a no mas de diez metros y a 2 k.h.- a través de un control remoto. ¿Qué tal?

LA CARGA DE PARED

Es tan fácil como conectar un electrodoméstico. Simplemente se abre, desde el interior, la tapa de carga y allí se enchufa la conexión que termina en el toma corriente de pared. La conexión se guarda en el maletero, en una caja de 30 x 25 centímetros.

No hay por lo tanto una estación de carga específica, gran ventaja.

Lo disfruté al manejar. Hice carretera hasta Punta del Este y unos 60 kilómetros en ciudad. De suspensión acorde a la potencia que puede desarrollar, dobla muy bien, se aprovecha del sistema de estabilidad y de su control de tracción parece increíble lo que acelera. Esa cifra, que comprobé, del cero a cien por debajo de los seis segundos –a pesar de que la unidad pesa unos 1.700 kilos, no es asimilable mas que para unos pocos modelos de nuestro mercado.

En síntesis, un vehículo de avanzada, líder en su rubro en ventas en China con mas de cuatro mil unidades a Mayo de 2014,  sofisticado, de líneas agradables, cordero o lobo, frugal de tan económico y con un precio  – USD 54.990- caro para un auto chino si éste no fuera algo excepcional. Claro, esto a expensas de que todavía falta crear conciencia en como ayudar impositivamente al ingreso de este tipo de vehículos, ecológicos y que –ya lo veremos- serán en un futuro, que aquí siempre se demora un poco más, parte instigadora del cambio de la matriz energética de nuestro país.

Quizás a Ud. ni se le ocurra comprarlo, pero quizás tenga posibilidades de probarlo. Hacerlo le hará respetarlo y acaso admirarlo.

 

 

 

 

 

 

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