Tras el retiro definitivo de la Fórmula 1, Michael Schumacher sigue ligado (como no podía ser de otra manera) al automovilismo, y también al último fabricante que contó con sus servicios, Mercedes. Schumi aprovechó hace pocos días una invitación de Mercedes para probar, en Hockenheim, el SLS AMG GT3.
El auto está basado en el standar de calle, pero incorpora un paquete aerodinámico especialmente preparado para las pistas, además de un interior adaptado, por supuesto, con las medidas de seguridad necesaria para el circuito.
El motor es el mismo que el de calle, es decir, el V8 de 6.2 litros, pero la potencia se incrementó hasta los 600 caballos de fuerza.
Por su parte, el exterior incluye un nuevo faldón delantero con un splitter, un capó con una entrada de aire para refrigeración central, alerones delanteros y traseros más anchos, faldones con conductos de refrigeración para los discos de freno, un difusor trasero y un alerón trasero ajustable.
Michael Schumacher declaró que tenía muchas ganas de probar este auto y que iba a pilotearlo por diversión y además porque iba a dar sus impresiones a los ingenieros. También dijo que conducir en este coche le pareció muy divertido.
Por otro lado, el heptacampeón de Fórmula 1 no asistirá al Gran Premio de Alemania, como se esperaba. Es que Schumacher está invitado junto con su esposa a una competencia hípica (vale decir, su mujer es fanática de los caballos) que se celebra el mismo día de la carrera, en donde ayudará a recaudar fondos para un hospital infantil.
De todos modos, adelantó que la carrera de Nürburgring ”la estará viendo por televisión”.
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