Por sobre quienes lo conocimos, le vimos correr, tratamos con su familia, durante tantos años, y fuimos unos cuantos -pues su simpatía le atrajo un séquito de seguidores- lo mas impresionante fue escuchar los comentarios de quienes aún lejos del automovilismo, tenían -y ahora tienen mas que nunca- incorporado en sus vidas a Gonchi.
Para nosotros, la película fue removedora, emocionante y como Nani dijo antes de procederse a la avant premiére, un reencuentro con Gonchi a 15 años de su desaparición física.
Sinceras felicitaciones a todos quienes de una forma u otra participaron de la película, pues rescata de la memoria muchas cosas que el tiempo va alejando, y las pone allí, frente a nosotros, que de pronto vemos a ese gran tipo y súper piloto, con su amplia sonrisa, desparramando talento en maniobras propias de quien no era menos que nadie.
Estoy seguro que serán muchísimos quienes sientan, por la trascendencia del personaje, el ir a verla. Y volverán como quien esto escribe, recompensados por sentirlo tan cerca, y estrujados por aquel instante cuando en Laguna Seca, pasó de mortal a inmortal.
Sinceramente, no deje de verla.
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