Mañana será un día muy especial para los amantes del automovilismo, pues todos recordaremos -a veinte años- aquel fatídico 1 de Mayo de 1994, cuando falleció Ayrton Senna.
Pero hoy se cumplen también veinte de lo que muchos consideran el prólogo del fatídico fin de semana en Imola: la muerte de Ronald Ratzenberger, en la clasificación, cuando tripulaba su Simtek, con el cual sólo había corrido en Aída, Japón.
Ratzenberger fue el primer piloto en perder la vida en un GP de Fórmula 1 desde que Riccardo Paletti se estrelló contra la Ferrari de Didier Pironi que se había quedado parado en la largada en la pista de Montreal. Su auto se incendió mientras Paletti estaba atrapado dentro. Después de este horrible accidente pasarían 12 años sin ninguna fatalidad durante un fin de semana de Gran Premio.
Pero ese período terminó abruptamente el 30 de abril de 1994. Durante los entrenamientos del viernes Rubens Barrichello sufrió un escalofriante accidente pero a la mañana siguiente el brasileño paseaba sonriente por el paddock. ”
Durante su vuelta de clasificación, Ratzenberger dañó su alerón delantero tras una breve excursión por la leca. Decidió no cambiar el alerón y siguió su camino. Después de pasar por Tamburello, el alerón se desprendió y quedó atrapado debajo del Simtek. A partir de ese momento Ratzenberger ya no pudo hacer nada. El auto chocó contra el muro de hormigón en la curva Villeneuve a 315 kilómetros por hora. Ratzenberger no tuvo ninguna oportunidad.
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