Hace pocos días reportamos sobre el decreto por el cual el Gobierno Argentino obliga a las importadoras de automotores a tener que exportar para generar el cupo de los autos que trae. En otras palabras, a que por dólar importado habrá que exportar otro dólar.
A varias empresas esto no les molestó especialmente, ya que tienen exportaciones generalmente del rubro, por ejemplo de modelos fabricados en Argentina (furgones, camiones, ómnibus, autos y utilitarios) exportados al Mercosur o a dónde sea.
Pero a otras les generó un grave problema. Unas lo han ido solucionando y así ayer se supo en Buenos Aires que el poderoso empresario Hugo Pulenta, representante de Porsche a través de la firma Nordenwagen, recibió la aprobación del Ministerio de Industria y exportará vinos de su bodega, Pulenta Estate -que visité en oportunidad del lanzamiento de la Cayenne- a otros países.
No sé como dará la relación de un 911 Carrera 3 con los vinos, pero no son precisamente de los envasados en cajas, sino vinos muy finos de una bodega boutique. Pongamos un precio de 50 dólares, imaginemos un auto de 150.000 y serán necesarias algo así como 3.000 botellas por auto.
Bueno, no parece un disparate si pensamos en la cantidad de Porsche que se deben importar por año, pero no imagino, por ejemplo a BMW generando sus importaciones con este sistema.
Ahora, en cuanto a cambios en las reglas de juego, el Gobierno Argentino se postula al Oscar, ¿o no?
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