¿Porqué siento que inyectores y por supuesto carburadores son de otro siglo? La respuesta es sencilla, lo son, pero a esta altura bien podrían ser del XIX, pues aunque dominarán la movilidad por todavía unos cuantos años, ya fueron…Sí, es que el futuro ya está aquí, aunque mas bien regresó a hace 120 años, cuando la electricidad ya movía vehículos.
¿Tanto lío para volver a las raíces? ¿Que loco, no? Pero a grandes rasgos parece así, aunque es muy diferente. Aquella electricidad para el movimiento se remonta a 1828, cuando el húngaro Anyos Jedlik inventó un “embrión” de motor eléctrico que movió su pequeño “automóvil”. Y eso fue aún antes de que se construyera la primera locomotora eléctrica, hija del químico escocés Robert Davidson.
¿Y sabías de cuando son las primeras baterías recargables que permitieron almacenar electricidad a bordo de un vehículo? De 1859, cuando la invención de la batería de plomo-ácido, gracias al físico francés Gastón Planté.
Antes de morime aplastado por la pila de información que navegar por Google me impone, peguemos el salto al presente, para caer en cuenta de que tanto en el automóvil como en muchos otros ordenes, estamos viviendo el pasado.
Sí, así de sencillo, pues lo que viene ya está aquí, se va metiendo y ni aún en este escondido Uruguay, zafamos del mismo. A tal punto han llegado las cosas que ya hay quienes en el mundo se animan a ponerle fecha de defunción al motor de combustión interna así como a la preocupación, que aún vive y colea, de que el mundo se quede sin petróleo.
¿Cuando? Bueno, mas temprano que ayer, eso es seguro, y si uno se preocupa por leer respecto a la movilidad eléctrica verá cuan rápido se avanza y no sólo por la tecnología sino por la imperiosa necesidad a la que imponen ciudades, por ejemplo Amsterdam o París, fijando fechas límites para ingresar a ellas con un auto quemando “combustible fósil”. El tema emanaciones es preocupante, y determina hasta eco-sistemas como en el caso de Beijing, cuyo “smog” sufrí hace 10 años, en los Juegos Olímpicos de 2008. Hace ya tiempo que para comprar un auto -nafta o diesel- hay que anotarse en un sorteo, para una vez ganado un boleto, ir con el mismo a una Concesionaria a efectuar la adquisición. Claro que esto no aplica si el vehículo en cuestión es eléctrico, siendo una de las tantas promociones que el gobierno chino otorga a este sector, como las impositivas, entre otras.
Esta es una buena razón para explicar porqué hay 487 empresas que fabrican -o están en fase de “start ups” a la espera de inversores- vehículos eléctricos.
En el mundo, ya circulan más de 2 millones de vehículos “futuristas”, sumando eléctricos puros (BEV) e híbridos enchufables. y no hay marca establecida que se precie que no esté a “full” acrecentando su oferta en tal sentido.
Toyota marcó el camino hace ya 21 años, con el lanzamiento en Japón del primer híbrido fabricado en serie, el “Prius”, del cual las ventas globales van en el entorno de las tres millones de unidades. El “C” es un muy interesante modelo que hace un par de meses se vende aquí, a poco mas de 25.000 dólares y con un rendimiento certificado de 30 kilómetros por litro!
En cuanto a los “Full Electric”, Nissan es líder en ventas con su modelo “Leaf”, cuyo primer ejemplar estará llegando a nuestro país en el primer trimestre de 2019. “Leaf” (por Leading, Environmentally Friendly, Affordable, Family Car) ya lleva 8 años en venta en varios mercados y fue diseñado desde cero para ser un auto eléctrico. Ya está en su segunda generación (lanzada en Octubre de 2017) con una autonomía por carga de 4oo kilómetros y en total sus ventas alcanzan alrededor de las 350.000 unidades.
EN HOMENAJE A UN TAL NIKOLA
Mientras tanto, el mundo observa a la marca símbolo de movilidad eléctrica, bautizada en honor a un tal Nikola, nacido en territorio hoy croata, allá por 1856. Sí, Nikola TESLA, quien luego se nacionalizó estadounidense, falleciendo en Nueva York en 1943 por un infanto cardíaco al que unos cuantos años despues hubiera enfrentado un defibrilador…eléctrico.
Este apellido, hoy devenido en marca, fue famoso, aunque para muchos no suficientemente reconocido, por las patentes y el trabajo teórico que ayudaron a forjar las bases de los sistemas modernos para el uso de la energía eléctrica por corriente alterna, contribuyendo en su momento al surgimiento de la segunda revolución industrial.
Hay tanto para leer de Tesla, que mejor se lo dejo a Ud. pues por hoy me interesa la marca, ya que tuve la oportunidad de probar un Tesla Model “X”, propiedad de un amigo que lo importó hace nueve meses y por el que pagó -todo incluído- unos 160.000 dólares.
Curioso caso el de este amigo, pues no le interesan los automóviles y si se trajo el Tesla es por su amor a la tecnología. Y le gusta hablar del tema, y ha leído mucho, para mostrar con orgullo su “X” , modelo diseñado por Franz von Holzhausen, quien también diseñó el Tesla “Model S” y que anteriormente trabajó en Mazda.
Corren tiempos difíciles para la empresa del sudafricano Elon Musk, con muchas dudas respecto a su futuro a corto plazo, incrementadas luego de que se informara, ayer, que Tesla habría solicitado a sus proveedores que le devuelvan parte del dinero que les pagara para que la compañía siga siendo rentable. Y justo cuando Tesla acaba de anunciar que alcanzó su meta de producir 5.000 unidades a la semana del “Model 3”, (que en EEUU cuesta alrededor de 35.000 dólares) supuesto fundamental -hasta ahora- para la supervivencia de la empresa.
Literalmente se dice que “Tesla ha venido quemando dinero” desde hace ha yarios años para lograr sus metas de producción y esto se le ha vuelto en contra, no obstante sus ventas y tecnología sean la envidia de muchos.
Pero volvamos al “X”, este mezcla de monovolumen y SUV, con capacidad para seis/siete pasajeros que se fabrica en Fremont, California y cuyos sus primeros ejemplares fueron entregados a fines de 2016. En 2017 contribuyó, en menor medida que el “S”, a una cifra de ventas para la marca superior a las 100.000 unidades.
LAS CARACTERISTICAS DEL TESLA “X”
Impone su tamaño (5 metros de largo por 2,08 de ancho y 1,62 de altura) pero es elegante y esbelto, con un toque deportivo y a la vez “raro” cuando se abren, armónicamente, sus largas puertas traseras tipo “halcón”. Hay que destacar que a través de los sensores instalados en las mismas, no abren si detectan que en su operativa van a pegar contra algo.
Una sola contravención se opuso a mi sentido estético y existe una razón. Construído en los Estados Unidos, dónde se permite circular sin la chapa (matrícula) delantera, no parecen haber pensado en dónde sí se exige, y queda como un parchecito que no va con su impecable frontal.
El parabrisas panorámico es otro de los elementos más destacados. La vista que ofrece no se consigue ni con un descapotable.
En su interior, fino y muy sobrio, destacan sus dos pantallas LCD. La primaria es 12 pulgadas con gráficos en 3D que pueden ser configurados por el usuario. Puede mostrar la velocidad, el consumo de energía, nivel de carga, autonomía, marcha activada, selección musical, selección de radio, mapa de navegación y más.
La secundaria es vertical, multitáctil y enorme, de 17 pulgadas (43 centímetros medidos en diagonal) con sistema operativo basado en “Linux” que además de controlar múltiples funciones del vehículo proporciona conectividad a Internet a través de WiFi o telefonía móvil. La pantalla dispone de capacidades multimedia y tiene una gran eficiencia energética. La línea superior muestra símbolos del estado actual y proporciona botones digitales para “Carga, Homelink, Perfiles de conductor, Información del vehículo y Bluetooth”. La segunda línea da acceso a aplicaciones como “Medios, Navegación (por Google Maps), Energía, Web, Cámara y Teléfono”. La parte central de la pantalla puede mostrar hasta dos aplicaciones a la vez. La parte inferior da acceso a los controles del vehículo como luces, cierre de puertas y climatización.
Un problema es lo lejos que se está de un servicio oficial Tesla y eso era determinante en este caso, de un problema de acceso a Internet que no le estaba permitiendo recibir actualizaciones de forma automática. Es así, una noche lo puede dejar cargando su batería y mientras tanto el auto estará recibiendo nuevas funciones, es decir, actualizándose sólo. Suena a un celular, pero es un SUV de unos 2.400 kilos.
SENTADO AL VOLANTE
Fueron pocos kilómetros guiando esta versión 75D, en los que me sentí protagonista de “Regreso al Futuro”, aunque en un Tesla en vez del hoy ya vetusto De Lorean de la película.
Marcaba un 50% de batería ya que por su autonomía (unos 350 kms) su propietario hace un par de días que no lo enchufaba y lo haría recién al día siguiente, quizás…
La “palanca” de marcha está detrás del volante y a través de la selección “D” me puse en marcha. Y nada denotó el movimiento, salvo las piedritas del camino secundario en tanto llegaba a Avenida de las Américas. Tanto habíamos hablado de su pique, que fue lo primero que busqué, verificándolo aplastado contra la butaca, en sensación similar a la que sentí al despegar, tras ser impulsado por la catapulta del portaviones “Abraham Lincoln” al retornar a tierra firme.
El cero a cien en cinco segundos me pareció fantástico, y de acuerdo a sus dos motores y su batería de 75 KWh que se combinan para entregar 330 HP, con una notable aceleración, pero mas me sorprendí al saber que el modelo 90D (que a mi amigo le habría costado otros 15.000 dólares mas) lo hace en 2″3/10 menos con sus 580 caballos, brutal tropa de equinos insonoros pero tremendamente rápidos….
Se puede activar la función de Manejo Autónomo, pero mi amigo me dice que el no le tiene mucha confianza todavía porque necesita de una senda con límites bien pintados, con sus líneas blancas. De cualquier forma coloca el “Autopilot”, saca las manos del volante y se acerca a una curva. El Tesla baja la velocidad (al dejar de acelerar, frena, por lo que las pastillas durarán unos 100.000 kilómetros) y dibuja la curva, sin problema. Eso sí, no detecta el semáforo, pero obviamente esto ya debe estar resueleto en la cabeza de algún Ingeniero de la marca.
El sistema cuenta con radares, sensores de sonar ultrasónicos y cámaras de video. Tres en el parabrisas delantero, dos en cada lado del auto y una octava, atrás.
Leyendo el manual en mi IPad veo que la altura es regulable entre 13 y 21 centímetros, aunque no se me ocurriría er a alguien metiendo a esta joyita (doble tracción) en un terreno para probar su capacidad en tal sentido.
La velocidad está limitada a 210 k.h. y no pregunté si la había experimentado. Sí, me respondió sobre cl consumo bajado a Pesos y obtuve una respuesta bien expresiva: de Montevideo a Punta del Este por $ 120 de electricidad.
Es bien cierto que este Tesla, con su porte y tecnología no hace al futuro de la movilidad eléctrica. Mas bien es un ejemplo de hasta dónde se está llegando, pero que digo…si este es un vehículo que ya tiene un año. Y es demasiado tiempo para considerarlo del presente. Tan rápido camina este tema que sin quererlo retorno al principio, a que lo que hay hoy es pasado, y que lo demás está, pero ya pasó.
¿Cuanto demorará el primer mundo en tener un eléctrico de 500 kilómetros de autonomía por 15.000 dólares? Mañana, no…pero en meses quizás, y en un par de años, seguro.