Una leyenda viviente y…muy veloz
Formidable y a la vez envidiable: la primera mujer que manejó un Fórmula 1 volvió a las pistas a los 88 años.
Se trata de la napolitana María Teresa De Filippis, quien fuera presidenta del Club Maserati, quien tuvo el privilegio de conducir la Maserati 250 con la que el quíntuple Juan Manuel Fangio realizara, en el mítico Nürbirgring, la hazaña más grande en la F1 en 1958, ganando su último título del mundo.
La italiana con sus jóvenes 88 años, nació en Nápoles el 11 de noviembre de 1926, volvió en Monza a subirse a la máquina con la cual en 1958 debutó en la máxima categoría mundial y la marca del tridente la homenajeó con un emotivo video.
De Filippis corrió solo 5 carreras en Fórmula 1, debutando en Mónaco de 1958, disputando tres carreras más en ese año con la Maserati 250, Bélgica, Portugal e Italia.
Se retiró al año siguiente en el Principado pero con un Porsche.
Al bajar de la reliquia roja comentó los consejos que le había dado el Chueco de Balcarce, cuando se subió en el 58 a su auto.
Me dijo: “Vas muy rápido y tomas demasiados riesgos de esa manera. Debes acelerar progresivamente hasta que le tomes bien la mano a la potencia y la aceleración”.
Un ejemplo de cuidado y buena vida de la primera mujer que manejo un F1 pues no cualquiera a los 88 maneja y menos un auto viejo de competición de semejante potencia como esa Maserati 250.
Todo un ejemplo.
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