La gorrita le ha significado unos cuantos millones de dólares a Niki.
¿Quien no recuerda haber visto una foto de Niki Lauda con su clásica gorrita? Es que la viene usando desde aquel terrible accidente en Nurburgring, en 1976, cuando casi muere carbonizado y desde entonces ha sido un elemento de su marketing personal, aún incluso cuando llegaron sus tiempos de empresario en los que que se dió el lujo de tener hasta una aerolínea (Lauda Air), hoy devenida en flota de charters, propiedad de Austrian Airlines.
Una curiosidad para destacar es que Lauda Air le puso nombres a sus aeronaves en homenaje a notables celebridades, incluyendo: Freddie Mercury, George Harrison, Gregory Peck, Frank Zappa, Miles Davis y Kurt Cobain para su flota de 737-800, y Ray Charles y Frida Kahlo a su flota de A320.
La gorra siempre fue roja, aunque fue cambiando de patrocinante, que año a año volcó a las arcas de Niki una importante suma de dinero por identificarse con el ya legendario piloto, tres títulos y 25 carreras ganadas, hoy -entre otras cosas- comentarista de la TV de su país. Con 61 años, Lauda es una opinión muy autorizada en Fórmula Uno y en el mundo de los negocios, lo suficiente como para que entre otras, la empresa Oerlikon -maquinaria suiza- auspiciara el gorro por los últimos cuatro años.
Tras el accidente, la gorra fue de Parmalat por quince años.
Vencido este contrato, por vez primera Niki (Andres Nikolas Lauda) cambiará el color de la gorra que ahora será azul ya que firmó con una financiera de Liechtenstein, Money Service Group. Será extraño verlo al austríaco sin su gorra roja, pero como decía Olmedo “…eramos tan pobres….”
Niki antes de 1976. Luego, siempre usó la gorra.
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