El presidente del directorio de ANCAP, Licenciado Raúl Sendic, durante la ceremonia de inauguración de la unidad desulfurizadora de combustibles, enfatizó en todo momento respecto a que la obra inaugurada en La Refinería del ente estatal “es uno de los hitos más importantes de este período de gobierno”. Posteriormente recordó que en 2005 cuando se inició la gestión con los compañeros y empleados de la empresa, diseñaron un plan estratégico tomando varios proyectos que estaban en carpeta en ANCAP desde hacía muchos años. “Uno de ellos era éste, el de la planta desulfurizadora en la refinería de La Teja”, destacó.
El costo, un desafío:
El máximo jerarca de ANCAP recordó que no era sencillo tomar la decisión de realizar una inversión del orden de los U$S 350 millones cuando una cifra de ese tenor afecta la economía.
“Había entonces que animarse a llevar adelante esta importante inversión. De manera que tomamos la decisión sobre la base de no solo lo que ella significa desde el punto de vista tecnológico y modernidad sino que esta planta que estamos inaugurando es un blindaje al negocio de refinación en el Uruguay. Si no la tuviéramos, posiblemente cada día íbamos a tener que importar más productos de calidad y a la vez, cada día más íbamos a exportar muchos de los productos de la refinería”, reflexionó.
Para el presidente del directorio de ANCAP, la planta desulfurizadora de combustibles asegura el negocio de la refinería, asegura independencia, asegura soberanía y asegura la capacidad del Uruguay de mirar hacia adelante.
La refinería ni se enteró:
Raúl Sendic volvió a insistir con lo dificultoso del proceso hasta llegar a la realidad inaugurada el 27 de agosto pasado: “Fue un proceso muy duro, complejo, difícil. Cada uno poniendo lo mejor y por eso el resultado fue el mejor. Tan bueno fue el resultado que cuando se pasó de un proceso a otro –por ejemplo en la sala de máquinas- la refinería casi ni se enteró. De igual modo sucedió en otros procesos y áreas que se inauguraron. No hubo una sola dificultad, y hoy todo opera en forma perfecta y en un altísimo grado de producción. Eso es un sano orgullo”, dijo.
Un lujo: cero accidente grave:
En una obra donde por momentos hubo picos de 2600 trabajadores, no se registró ni un solo accidente laboral serio. “Eso es un motivo también de orgullo. Duró años la obra. Tuvimos el mejor sistema de trabajo y a la vez de protección para nuestros trabajadores”, enfatizó Raúl Sendic.
“Tuvimos una de las mejores gestiones de capacitación. Llegamos a 600 mil horas de capacitación en la obra mediante acuerdos con ANCAP, AESA, la Universidad de la República, Escuelas Técnicas y UTU para formar y capacitar de manera que –por ejemplo- un medio oficial soldador se convirtiera en oficial soldador. Más de 800 obreros dentro de la obra fueron recalificados y quedaron con una capacitación que no la van a olvidar más en su vida porque se van a insertar de otra manera en el campo laboral y en la economía del Uruguay”, detalló.
Los nuevos combustibles estarán en su estado óptimo a partir de 2014 ya que si bien la planta desulfurizadora de La Teja está operativa, los combustibles hasta ahora producidos son mezclados con los nuevos.
La nueva planta permitirá el desarrollo de una nueva generación de combustibles limpios, reduciendo en un 99.5 % el azufre del gasoil y un 85 % de las naftas. Esto, además de brindar un mejor desempeño y durabilidad a los vehículos, reduce sensiblemente el impacto ambiental, mejorando la calidad del aire del país y, por lo tanto, la calidad de vida de todos los uruguayos.
A partir del 27 de agosto de este año, la Refinería de La Teja pasó a denominarse “Refinería de La Teja Eduardo Acevedo Vázquez” en homenaje y reconocimiento a quien fuera el primer presidente de ANCAP cuando la empresa estatal nació a la vida en el año 1931.
MARIO ROSA
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