La dama alada de Rolls Royce cumple sus primeros 100 años

La marca Rolls Royce celebra en estos días un cumpleaños muy importante, el de su símbolo e ícono, la “dama alada” o Spirit of Ectasy que llega a los 100 años de vida.

Para celebrarlo, todos los productos de Rolls durante 2011 llevarán la inscripción “Centenario”, debajo de la estatuilla. El 6 de febrero, día -hace cien años- que la empresa registró la patente de “la dama” un nutrido contigente de Rolls Royce circulará por las calles de Londres, en un espectacular desfile.

Historia

En 1884 Frederick Henry Royce comenzó con un negocio de mecánica y electricidad del automóvil y construyó su primer vehículo, un “Royce”, en su factoría de Mánchester en 1904. Conoció a Charles Stewart Rolls en el Hotel Midland en Manchester el 4 de mayo de ese mismo año, y acordaron que los coches fabricados por Royce, los comercializaría exclusivamente Rolls-Royce. Incluyeron en su contrato una cláusula estipulando que los coches se llamarían “Rolls-Royce”. La compañía se fundó el 15 de marzo de 1906, y se trasladó a Derby en 1908.

El Silver Ghost (1906-1925) fue el responsable de la buena reputación tan temprana de la compañía. Tenía un motor de seis cilindros y se fabricaron 6173 unidades. En 1921, la compañía abrió una fabrica en Springfield, Massachusetts, en los Estados Unidos para poder suministrar los vehículos dada su gran demanda, donde se fabricaron 1701 “Springfield Ghosts”. Esta fabrica permaneció abierta durante diez años, cerrando en 1931. Este chasis fue usado como base para los primeros vehículos militares armados británicos, usados en ambas guerras mundiales.

En 1931, la compañía adquirió la marca Bentley, cuyas finanzas no pudieron superar la Gran Depresión. Desde entonces hasta el año 2002, los modelos de Bentley y Rolls-Royce fueron casi idénticos, diferenciados únicamente por las parrillas de los radiadores y mínimos detalles.

La producción de automóviles Rolls-Royce y Bentley se trasladó a Crewe en 1946 y también Mulliner Park Ward, en Londres, en 1959 como fabricante de carrocerías, que previamente solo construía chasis, dejando las carrocerías a especialistas carroceros.

Quiebra y separación de las marcas

Debido a problemas financieros causados por el largo desarrollo del nuevo turborreactor RB211 para el Lockheed L-1011 Tristar, en 1971 Rolls-Royce se había declarado insolvente, y el 4 de febrero de 1971 fue llevado a concurso de acreedores, ya que se consideraba que había alcanzado la situación económica de bancarrota.

Debido a su importancia estratégica, la compañía fue nacionalizada por el gobierno Conservador de Edward Heath.

En 1973, el negocio de automóviles se separó de la marca como Rolls-Royce Motors. El negocio principal de motores de aviación y marina fue mantenido como empresa pública hasta 1987, que fue privatizado como Rolls-Royce plc, una de las muchas privatizaciones del gobierno de Margaret Thatcher.

En 1980 Rolls-Royce Motor Cars fue adquirido por Vickers. Vickers decide deshacerse de la marca justo en el momento en el que la nostalgia se incorpora a las tendencias y crece fuertemente la demanda de modelos y marcas inspirados en el pasado. En 2002 Mercedes-Benz resucitó Maybach y Volkswagen lanzó su Volkswagen New Beetle. Los grandes de la industria se lanzaron a la caza de marcas como Maserati, Bugatti, Mini, Bentley o Rolls-Royce.

En 1998 Vickers decidió vender la marca de automóviles Rolls-Royce. El grupo Volkswagen hizo ofertas por la compañía, pero parecía que BMW, que ya suministraba motores y otros componentes para Rolls-Royce y Bentley, tenía mayores posibilidades. No obstante, la oferta de BMW de 340 millones de libras fue superada por Volkswagen por 430 millones de libras.

Esto estaba lejos del final de la historia, Rolls-Royce plc, la fábrica de motores de aviación, decidió que vendería las patentes y licencias del nombre y logotipo de Rolls-Royce a BMW, no a Volkswagen, que había adquirido los derechos de la mascota “Spirit of Ecstasy” y del diseño del radiador, BMW adquirió los derechos del nombre y logotipo “RR” por 40 millones de libras, ciertamente para muchos analistas la más valiosa propiedad de la marca; Volkswagen declaró que ellos realmente solo querían la marca Bentley.

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