El piloto español de Repsol Honda Marc Márquez, destacó que la victoria aun ha sido “más difícil que la de Mugello”, donde tuvo que pelear hasta el final con su compatriota Jorge Lorenzo (Yamaha).
“La de hoy no se ha decidido hasta la última curva de la última vuelta. Sea como sea, para mí lo más divertido han sido las cinco últimas vueltas luchando con Valentino y con Dani. Los adelantaba y ellos volvían a adelantarme y esto para nosotros y para los aficionados es divertido”, dijo tras bajarse del podio.
Al final, en una batalla espectacular con Pedrosa y Rossi, en la que no ha faltado ni las gotas de lluvia que han caído a siete vueltas para el final, el piloto de Cervera (Lérida) ha vuelto a salir vencedor.
“Después del error (se salió de la pista a falta de trece vueltas del final intentando adelantar a Rossi), en que casi perdí un segundo o un segundo y medio y me he puesto tercero, he decidido atacar al límite y la afición me ha ayudado mucho. En las últimas vueltas era todo o nada. Veinte puntos como segundo hubiesen estado bien, peor quería ganar en casa”.
El guión de la carrera, según Márquez, ha sido el esperado, “aunque quizá esperaba que Lorenzo, (que al final no ha podido seguir el ritmo de cabeza) y Valentino tuvieran las posiciones intercambiadas, pero ha sido al revés y Valentino ha estado más suelto que Lorenzo”.
“Todo el mundo decía que Valentino ya estaba en otra fase y lo que veo es que está segundo en el Mundial, hoy ha sido segundo después de liderar toda la carrera y con 35 años lo que hace es admirable poder mantener esa alegría y esa motivación por las motos”, ha destacado sobre el nueve veces campeón del mundo, por el que siente una admiración especial.
Por otra parte, no ha querido darle mayor importancia al toque que le ha dado Pedrosa en la rueda trasera cuando intentaba adelantarle en el último giro: “Estas cosas pasan en la última vuelta, pero si que hubo un momento en el que pensaba que salía por arriba de la moto, porque cuando lo he notado he empezado a derrapar, pero he levantado un poco la moto y eso me ha salvado de la caída. La verdad es que ha ido muy justito”.
“En mi calendario tenía tanto a Mugello como a la carrera de hoy como las dos más difíciles desde el año pasado. Y ahora viene Holanda, un circuito que me gusta, pero que siempre me cuesta también”, ha confesado.
Para Márquez el fin de semana ha sido más que redondo, porque en Moto3 ha ganado su hermano Àlex y el Moto2, su amigo Tito Rabat, que suele entrenar con ellos.
“Me hubiese gustado hacer una cena o una fiesta esta noche, porque es un día muy especial para mi ya que estoy muy contento por mi hermano Alex y por Tito Rabat. Pero no podré hacer la cena porque mañana tenemos test y tengo que empezar pronto, porque dicen que por la tarde va a llover”, ha afirmado con tono de resignación.
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