Nació en Pando hace 41 años, de los cuales vivió unos 20 en El Toro, entre Pando y Atlántida. Empezó a trabajar con su padre en el campo a los once, después de haber cursado sólo Primaria. También lo hizo en una bodega de la familia hasta que “un litro de vino valía menos que uno de agua mineral”.
Es Eddy Mión Fontoura, el que acuñó sus sueños y lo sigue haciendo, en su taller del kilómetro 34 de la Ruta 8 y que éste domingo ganó una hermosa carrera de Superturismo, enmarcada en el festejo de los 60 años de AUVO y con el impresionante estreno de un nuevo sector del circuito Víctor Borrat Fabini.
Quisimos conocer algo más de un hombre hecho de abajo, de tonito de campo, un laburante de toda la vida y que hoy esta en la cúspide de la mejor categoría de pista de nuestro país.
Asi que “déntrese nomás mi amigo” . Lo que hizo “el Eddy” es para sacarse el sombrero.
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¿Cuanto hace que te acercaste al automovilismo?
“Y..hizo 30 años el mes pasado, empecé en festivales, porque era muy chico. No corrí karting, ya arranqué en Fórmula Vee, que se corría en el interior, lo que era antes la Fórmula Oriental..”
Ya lo traías en los genes.
“Sí, el finado de mi padre, con un Volkswagen Super Vee y el finado de mi tío con un Chevy 700 corrieron hasta el 81, cuando lo de la tablita…Mi padre volvió a correr en el 84, un poco acá y otro poco en el Entrerriano”
¿Aprendiste mecánica mirando?
“Sí, mirando. De chico ya me las arreglaba y cuando salí de la escuela, con 11 años, mi padre me dijo o estudiás o trabajás, así que no hice el Liceo. Me puse a laburar en el campo, y con 11 estaba en las plantaciones de membrillos, pomelos, naranjas. Trabajaba con el tractor, preparaba los remedios para los brotes y de noche me iba al taller y me ponía a trabajar en el fórmula Vee que estaba abandonado ahí y bueno, empecé por correrle la butaca para adelante, porque no llegaba a los pedales, y le fuí dando hasta que estuvo pronto otra vez. Debuté en Tala, largando último porque en clasificación se me había salido una bujía, pero bueno, eran nueve autos y en la primera serie salí segundo y tá, luego gané la final. Imagínate, era un gurí chico, una alegría impresionante, Dios me libre, era una locura. Despues del 89 al 97 corrí en la F2/F4 uruguaya y gané cuatro campeonatos”.
¿Y cómo llegaste a la Fórmula 3 Sudamericana?
“La F3 vino a Piriápolis y se dió como para alquilar un auto. Venía tercero en la clase “B” y se rompió la corona. Me quedé con las ganas así que vi de correr mas carreras, pero en aquel entonces valían unos 14.000 dólares el alquiler de un auto por fecha y con varios patrocinadores llegábamos a 60.000 en total, para todo el año. Entonces fuimos a Córdoba a ver un Tom Toyota que nos había recomendado un amigo y un Dallara que era de Fabián Malta y rompimos la chanchita y compramos éste. Corrimos las 14 fechas, con un promedio de traslado a los circuitos de 1.400 kilómetros, todo con la Fiorino tirando del trailler. Fuímos hasta Temuco en Chile. Dormíamos en carpas. Ibamos mi padre, mi tío, mi primo, yo y dos amigos que nos ayudaban, todos sin cobrar un peso. Tuve dos terceros puestos en la clase B. Al año siguiente compré un “camello” ex Onda para los traslados y volví a hacer el Campeonato 99″
¿Tu primer auto de carrera con techo?
“El Monza, corrí en Turismo Frontera dos años, y luego en Turismo Libre. Salí tercero en el Campeonato 2006. En el 2007 le compré el Gol a Jesús Alvarez y salí Campeón”.
¿Por allí con ese mismo auto fue que llegaste al Superturismo, no?
“Sí, y cambié para el Renault el año pasado cuando llegaron los Cosworth y las cajas francesas, pues necesitaba meter un motor transversal”
Ya anduviste entreverado en el 2016 y sin ninguna estructura de apoyo oficial…
“Sí, una estructura de amigos, sólo de amigos que aman lo que hacen y de sponsors que también lo son. A varios de ellos ni les pregunto de año a año, pongo la publicidad y ya está, porque sé que están para apoyarme, como la gente de D y F, Autojuntas, Pinturas Belco, Servifreno y otras”.
Hoy ya no atendés el campo, estás en Pando mismo.
“Si, con una ferretería y tornillería, que es de lo que vivo. Ahí estoy de día y de noche me voy para el taller en la ruta 8 dónde tengo mi auto, el de Jorge Soler y el Fórmula 4 de mi hijo que va a correr todo el Campeonato de este año”
En esta primera fecha ya se te vió competitivo desde los entrenamientos. ¿Como lo conseguiste?
“Trabajé todo el verano para mejorar un auto que ya era muy bueno el año pasado y en mi caso particular creo que aproveché la parte nueva del circuito, que me encantó, con curvas ciegas, con peraltes al revés, un curvón en el que te vas deslizando hacia afuera y tenés que pelearlo para traerlo…un espectáculo”.
¿Cuando fue que se te quemó la junta de la tapa de cilindros?
El mismo domingo. El sábado anduvo tan bien que me fijé en la alineación y sólo le cambié pastillas de frenos. Lo dejé quietito. Pero en las pruebas de tanques llenos, a pocas horas de la carrera, dí una vuelta y se me apagó el motor porque se había quemado la junta. Llamamos a la gente que maneja la categoría, vieron lo que había pasado y se decidió el cambio de motor. Pero no había uno en El Pinar, así que mientras nosotros sacábamos el roto, ellos fueron a Montevideo y nos lo trajeron. Luego unos amigos míos lo pasaron por el Puente, lo pusimos y pronto..”
¿Era un motor nuevo?
“No, pero tengo buena amistad con los mecánicos de Domínguez y les pregunté como era la cosa. Me dijeron que era un buen motor que estaba para hacerle los trabajos de las 3.000 millas, me reí y les dije, ah bueno, entonces está bien ablandado….Pero se portó bien, aunque yo perdía dos décimas por derecho”
La largada era vital, con autos muy parejos.
“Sí, yo ya había largado bien en la serie y lo hice en la final y enseguida ví que Aramendía era mas rápido en la recta principal en dos décimas, pero yo le sacaba tres o cuatro en la parte nueva, así que me defendí con todo en El Parador, El Cajón y la curva de Boxes”.
¿Rodrigo se portó bien como rival?
“Sí, fue muy prolijo, no me tocó, no me golpeó, nada. Te digo que yo iba con el corazón en la boca, porque a veces una bloqueada lleva a un rival a pasarse un poco, pero Rodrigo hizo todo bien. La vez que la vi mas complicada fue cuando me pasé un poquito en la última frenada del sector nuevo y salió pegadito a mi, y con ese motor que yo sabía era mejor que el mío. Me pegué a la cuerda, frené bien arriba en el Parador pero cuidando que no me hiciera “la tijera”.
¿Como viviste la carrera desde la punta? ¿Sereno?
“No, no, mirá que a mí me encanta correr en autos pero estaba deseando ver la bandera a cuadros que por fin llegó..Fue una alegría imponente. Pensé en mi padre, y luego vi que justamente el ídolo de él, el Flaco Traverso, era quien me iba a entregar la Copa.. lo hizo mas inolvidable, mas impresionante todavía…”
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