“Ahura Mazda” era el dios persa de la luz, y fue el nombre comercial por el que se decidió Jujiro Matsuda, tras años de evolución de su empresa, en principio dedicada a los derivados del corcho, para nombrar su primer vehículo – de tres ruedas- allá por 1931-.
A fines de la década, la emprendimiento –denominado Toyo Kogyo- ingresa en la inestabilidad de una guerra inminente de la cual sale muy golpeado, pero vivo. Su complejo industrial de Hiroshima, alejado de la ciudad, quedó prácticamente intacto tras la bomba nuclear que propició la rendición incondicional del Imperio del Sol Naciente, y luego de cumplir su rol de hospital para las víctimas, con mucho esfuerzo reinició la fabricación de vehículos comerciales de tres ruedas.
Con dichos vehículos comerciales la reputación fue creciendo y cuando Tsuneji, el hijo de Jujiro Matsuda, le sucede en el mando de la empresa, ésta estaba a pocos años de iniciar su expansión comercial, primero hacia Europa y luego a los Estados Unidos.
Fue todo muy rápido. Desde el primer vehículo de cuatro ruedas, el R360 Coupé al desarrollo del motor rotativo Wankel y en una década adquirió gran popularidad.
Fue en los 70, cuando Hijame Matsuda toma la batuta del fallecido Tsuneji que la marca ya es bien reconocida internacionalmente . Vendrían luego hitos como el Mazda MX5, y el paso del tiempo que en lógicos vaivenes propios de la industria automotriz global, aparejó años irregulares, pero que consolidaron a la marca en el mundo.
En Uruguay costó mas, pues la presencia fue por años tímida, hasta que Zenex S.A. dedide relanzarla en 2014 con el apoyo de la casa matriz y basando la idea en que ya se contaba con una calidad de nafta adecuada a los parámetros de Mazda.
El primer lanzamiento fue el de la serie 3, en la Rural del Prado y recuerdo como los disertantes, incluyendo a Guillermo Arrieta y Marcelo Burghi, hablaron del orgullo de la marca: su avanzada tecnología.
Hoy, nos toca probar para Blá el último lanzamiento de la marca japonesa para Uruguay, el CX5, un Sports Utility Vehicle compacto, de impactante exterior siguiendo los lineamientos de un lenguaje de diseño que Mazda denomina “Kodo” (alma en movimiento) y con un desarrollo tecnológico superlativo, de acuerdo al concepto Skyactiv, que le permite al modelo neta superación en perfomance y consumo de combustible.
La prueba fue sobre una de las cuatro variantes que se comercializan en nuestro país: la 2.5 Skyactiv G AWD Extra Full con motor de 2.500 cc (185 Hp) y caja automática.
El modelo es justamente fabricado en la planta de Hiroshima y es el “top of the line” entre dichas cuatro variantes que van desde los 43.900 dólares a los 59.900 de la que probé, en todos los casos con una garantía de 100.000 kilómetros o tres años, lo que se cumpla primero.
Exteriormente, las fotos hablan por sí solas sobre su atractivo. El diseño original tuvo pequeños cambios en el 2014 y salió muy beneficiado estéticamente.
La grilla de Mazda, clásica, con el logo domina un frente con personalidad propia en un segmento dónde generalmente todo se parece. Me parece advertir un cierto toque nipón en el resultado al que colaboran los grupos ópticos de xenón, con luces diurnas de LED.
La línea lateral fluye y trasunta dinámica y un corte ciertamente deportivo al que contribuyen decididamente, en este caso, unas llantas de aleación de 19 pulgadas, combinando un toque de diamante con esmalte, tremendamente atractivo. Calza neumáticos 225/55 R19 (Toyo Proxes R 36) y realmente debo insistir en que pocas veces he visto algo tan bien logrado en cuanto a carácter agregado y bien integrado.
Sus medidas son las de un SUV (utilitario deportivo compacto) con 4.55 de largo, 1.84 de ancho y 1.68 de altura, con una distancia entre ejes de 2.70.
En cuanto a su motorización, como va dicho, el que probé es un 2.500 cc (bloque de aluminio) de 16 válvulas e inyección directa con distribución variable que ofrece una potencia máxima de 185 caballos.
También hay otro motor, un dos litros, capaz de 155 HP.
En todos los casos con la tecnología Skyactiv-G.
Hay adelantos tecnológicos notables en estas plantas motrices, como pistones con cavidad e inyectores con múltiples orificios para lograr una extraordinaria relación de compresión de 13:1, sin el feo ruido que usualmente causa tan alta compresión. La marcha es suave y silenciosa. Según la ficha técnica esto, entre otras cosas, permite una eficiencia en el consumo de hasta un 15%. La idea es que no pase como en otros vehículos dónde uno sabe dónde está el placer de acelerarlo, pero también se da cuenta la billetera.
Para un bloque de inyección directa, sin turbo, empuja muy bien de abajo, ciertamente en forma progresiva. La caja secuencial es un placer, que puede ir en automático o en manual con la palanca en D, y movimientos de ascenso o descenso para subir o bajar de marcha.
Pero a su vez tiene un modo “Sport” a través del cual la respuesta al pie derecho es bien cargada. Me dio ocho segundos y cuatro décimas para el cero a cien.
Mi experiencia, en una ida y vuelta a la ciudad de Mercedes, es que hice el 90% del trayecto en automático, disfrutando la suavidad del pase de cambios, dejando “pensar” a la caja, aunque también me dí el gusto, que va en la sangre, de pisarlo para encontrar una respuesta mucho mas agresiva, para un vehículo de 1.650 kilos.
El viaje sirvió para medir el consumo en carretera. Manteniendo una casi constante de 120 k.h., y aprovechando la excelente suspensión en la desastrosa ruta 2, el cálculo me dio 6.8 litros cada 100 kilómetros o unos 300 km. con 20 litros. El tanque, de 58 litros, resultó rendidor….El sistema Star-Stop, de utilidad en ciudad es mas tranquilo que otros, y no apaga al vehículo al instante, sino cuando capta que estamos detenidos mas de unos segundos, de manera que el sobresalto de tantos encendidos -en una Montevideo dónde muchas veces vamos de a cinco metros por minuto- que me molestó en otros modelos, aquí no va.
En cuanto al interior es, con mucho cuero y aluminio por dónde se lo mire, de alta calidad. Comenzando por la posición ergonómica de manejo con visión elevada, ajustada electrónicamente, y pasando por un equipo de audio estupendo (Bose con nueve parlantes con woofer) y todo lo que ofrece la pantalla táctil de siete pulgadas que se maneja desde un controlador central: USB-Aux In.Bluetooth, GPS (claro y bien diseñado), radio AM y FM, CD y hasta comandos por voz.
Atrás hay buen espacio para las piernas de los altos:
ESPECIFICACIONES A TENER EN CUENTA
Dirección asistida eléctrica, frenos con ABS y asistencia de frenaje, distribución electrónica de fuerza de frenado, discos adelante y atrás, control de tracción, control de estabilidad, asistencia en ascenso y descenso. Ah, y en frenaje el I Loop, regenerador de energía…..
La suspensión delantera es independiente del tipo Mc Pherson y la trasera, independiente Multi Link, con barra estabilizadora.
Algunos ítems del exterior: antena tipo tiburón en el techo, doble escape con extremo cromado, luces delanteras bi xenón, limpiaparabrisas con sensor de lluvia, faros con función de apagado/encendido automático, luces de marcha diurna, spoiler trasero, vidrios entintados con filtro UV,
Para su confort: aire acondicionado con filtro anti polen, climatizador bi zona, Smart key (acceso sin llave), cámara trasera de estacionamiento, volante con comandos de audio y velocidad de crucero, desempañador trasero, techo eléctrico, bloqueo central sensible a la velocidad, Bluetooth integrado con controles en el volante, vidrios eléctricos, volante con ajuste de altura y profundidad, asiento del conductor con ajuste eléctrico de 8 posiciones, cinco apoyacabezas.
En cuanto a seguridad: airbags frontales, airbags laterales, airbags de cortina para asientos delanteros y traseros (6 en total), cinturones de tres puntas en todas las plazas (los de adelante con pretensores y reguladores), pedales colapsables en caso de choque frontal, sistema de alarma con inmovilizador, sistema de monitoreo de presión de neumáticos, ganchos Isofix para asientos de niños. Y algo muy importante, el LDWS, alerta de cambio involuntario de carril de circulación, que trabaja con una cámara instalada en el parabrisas.
Por último, en el apartado de instrumentos: computadora de viaje con cinco funciones (consumo promedio y actual, contador de combustible, velocidad promedio y temperatura exterior) información de audio, reloj digital, tacómetro y dos odómetros de viaje reiniciables.
Y…puffff. No se termina el detallar todo lo que significa esta SUV.
Evidentemente han sabido hacer un modelo espectacular para su precio, tratándose del Full que probé a 59.900. (hay modelos de menor costo). En el comparativo mental de sus bondades, antes sus pares del segmento, este Mazda es realmente brillante.
Por su look cautivante y la tecnología Mazda, absolutamente recomendable.
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