En las últimas horas las redes sociales se han llenado de comentarios sobre la salud del siete veces Campeón del Mundo de la Fórmula 1, Michael Schumacher, que hablan de un sensible deterioro de su condición.
Ningún medio representativo ha confirmado los rumores, más allá de recordar la posición oficial establecida por la familia Schumacher a través de Sabine Kehm – la relacionista pública del piloto – quien informó hace pocos días que “su condición muestra progresos constantes, pero a un ritmo más lento del que esperamos todos”.
Portales alemanes especializados en farándula afirmaron este fin de semana que la situación del ex piloto de 47 años es “muy delicada”, añadiendo que “su salud se ha deteriorado mucho en los últimos días”, explicando que “los tratamientos neurológicos no han funcionado” y sentenciando que “la familia ha perdido las esperanzas”.
La última aparición pública de Kehm y de un miembro de la familia Schumacher se registró a inicios de mes, cuando el hijo del ex corredor de Ferrari, Mick, debutó en el Campeonato de Italia de Fórmula 4 en el autódromo de Mugello. El y Kehm fueron escuetos al hablar de la condición de Michael, limitándose a informar “sigue luchando y avanza poco a poco”.
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