Para fanáticos: el Museo del gran Juha Kankkunen

Juha Kankkunen posa junto a su magnífica colección.

Idolo de multitudes a lo largo y ancho del Mundo, el finés Juha Kankkunen abrió hace unas horas por primera vez  las puertas del Museo que fue armando a lo largo de muchos años.  La publicación especializada Inside Line recibió una invitación personal, y gracias a ello, podremos mostrar alguna imagen de parte de la historia del automovilismo guardada celosamente  entre cuatro paredes.

Actualmente dedicado a la cosecha de salmones y a la producción de energía hidroeléctrica, quien fuera por vez primera cuatro veces Campeón del Mundo de Rally, atesora cada uno de los autos que alguna vez utilizó para competir, y algún otro que ha adquirido para su colección privada.

“Todo comenzó como una loca idea en 1992” confesó KKK al entrevistador, aduciendo que vio como varios pilotos guardaban algún auto, pero él quiso ir más allá.

Una vez dentro del Museo se pueden contemplar, en una de sus alas, varios Grupo B, entre ellos un Peugeot T16 E2 con el que ganó el Rally de Suecia en 1986. Ese fue su primer triunfo a bordo de esta imponente máquina que erogaba más de 550 caballos gracias a su motor 1.8 de 4 cilindros Turbo. La temporada anterior, el finlandés volador había competido para Toyota con un tremendo Célica de tracción trasera y casi 400 caballos, auto que también tiene en su poder. Para poder tenerlo, lo importó y restauró  completamente debido a que estaba en muy malas condiciones. Tanto para este auto como para el resto, KKK confía en Kari Mäkelä, un coterráneo suyo especialista en restauraciones.

Pero sigamos adelante. Es que Juha fue el último en ganar un título dentro del Grupo “B”, antes de que la FIA lo prohibiera por los accidentes que costaron la vida de muchos, entre ellos del talentoso Henri Toivonen, amigo personal de KKK. Y allí está aquel auto.

En 1987 aparece el Grupo A, Peugeot se retira de los rallyes y Kankkunen ficha para Lancia. Ese año salió nuevamente Campeón, obteniendo su segundo cetro a bordo de un Lancia HF 4WD que actualmente descansa en su casa. Junto a él se haya otro Lancia, también con los míticos colores de Martini Racing, el  Integrale 16v que utilizó posteriormente y lo llevó a ganar su tercer corona mundial.

Junto a ambos se encuentra otro italiano más, el abrumador Lancia S4, una máquina capaz de estremecer hasta el más osado piloto, provisto de turbo y compresor volumétrico que funcionaba en bajas vueltas, a los efectos de evitar el Turbo Lag y que fuera su acérrimo rival en años anteriores.

“Con Lancia ganamos todo” dijo al periodista el piloto. A raíz de ello, Gianni Agnelli, familiar directo del fundador de FIAT y expresidente del grupo, propietario de Lancia y de Ferrari, decidió obsequiarle a KKK una Ferrari.

L’Avvocato, como le decían, le dió a escoger el modelo que quisiese y supuso que le encomendaría una F40. Kankkunen vivía en Mónaco, y pensó que era mucho auto para las pequeñas calles del principado, por lo que eligió una 512 TR.

Juha reconoce que fue un error estratégico, ya que luego debió adquirir una F40 para su colección a un monto enorme, pero ambas están estacionadas en un ala de su museo en donde en la entrada se lee “Parking para Ferraris.” Junto a ellas se pueden ver otras Ferraris, entre ellas una 288 GTO y una 512 iBB y también un Integrale de calle de 1991 absolutamente original. Estos autos, todos rojos, están dispuestos los V8 a la derecha y los V12 a la izquierda.

Al frente, el Toyota Celica con el que ganara uno de sus cuatro títulos.

Pero avancemos un poco más. Juha ganó su último Campeonato Mundial en un Toyota Celica Turbo 4WD en 1993, por lo que ese auto también está allí presente.

En otro sector se encuentran los Fords, entre los que se destacan un Cortina motorizado por Lotus, un Fórmula Ford con el nombre de Mika Hakkinen, un MKI RS 1600, varios MKII RS 1.800, un RS2000 e incluso un RS200 Grupo B de calle y hasta un patrullero.

Al fondo se puede apreciar un MG Metro 6R4 al lado de un Mitsubishi EVO III,  pero más adelante se encuentra un Audi Quattro S1, uno de los grupo B que rugía más fuerte gracias a su motor de 5 cilindros y 2.200 centímetros cúbicos inmortalizado por el alemán Walter Rohrl que manejara también la única mujer que ganó una prueba del Mundial, Michelle Mouton.

Cada auto en los que el compitió se encuentra coronado por su foto en acción y por el mameluco que utilizaba el finés, por lo que la presentación es impecable.

El pequeño Museo se completa con una colección de 900 autos a escala, entre los que se puede ver absolutamente todas las Ferraris que alguna vez se produjeron y, por supuesto, todos los autos que alguna vez pilotó, incluido el Focus que empleo en 2010 cuando participó del Rally de Finlandia, en donde obtuvo un excelente octavo lugar a los 51 años.

Trofeos, medallas y obsequios abundan. Desde su primer copa obtenida hasta la ganada en el Dakar de 1988 cuando fue el vencedor.

Si Ud. desea ver el archivo completo de 142 fotografías ingrese a http://www.insideline.com/features/collection-of-a-lifetime.html y seguramente, quedará boquiabierto igual que yo.

H.P.

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