Abundan las campañas sobre seguridad vial en todos los países del mundo. Algunas apelan a la educación, pero muchas de ellas, al dramatismo bien entendido. Es que por más campañas que hayan, seguimos siendo víctimas de accidentes fatales. Y en países como el nuestro, las cifras asustan.
Basta con pensar que 16 personas de cada 100.000 mueren en accidentes de tránsito cada año, el doble que en algunos países de Europa. ¿Es el problema la cantidad de vehículos? Pues no. Se trata que, de una buena vez, tomemos conciencia de lo peligroso que es ponerse detrás del volante. Ni hablar detrás del manubrio, o sencillamente, como peatones. Son los últimos (motocilictas y peatones) los más perjudicados.
El caso del video es el de dos chicos, que a bordo de un Clio, pierden la vida luego de ir a fondo por caminos ingleses. Fue la policía la que divulgó el video, previa autorización de sus padres.
Sucedió en Sussex, al sur de Inglaterra, luego de que los jóvenes, según trascendió alcoholizados y drogados, fueron a probar el auto, mientras el acompañante filmaba. El conductor no tenía carné, circulaba bajo los efectos de diferentes drogas y a una velocidad excesiva.
El vídeo original ya ha superado los 6 millones de reproducciones en unos días. Eso sin tener en cuenta la cantidad de copias que ya circulan por Youtube. Si querían alcanzar una gran difusión publicándolo, parece que lo han conseguido.
El vídeo estaba grabado en el teléfono móvil de uno de los jóvenes, que apareció bajo un árbol en la escena del accidente. Kyle Careford, de 20 años; y su amigo Michael Owen, de 21, conducían un Renault Clio tras haber tomado – según las autoridades – una combinación de drogas ilegales y drogas que requieren prescripción médica. Kyle, que no tenía carné de conducir y conducía sin seguro, estrelló el Renault Clio de su amigo contra el muro de una parroquia.
La razón por la cual la policía de Sussex divulgó el vídeo no era otra que recordar los peligros de todas las infracciones e irresponsabilidades que cometieron.
En el video se ve como el acompañante le dice “pasalo, pasalo”, o en otros momentos “bajá la velocidad”. Por último, luego del estruendo, se escucha a una mujer diciendo “¿Me escuchás? ¿Me escuchás? Esperá que vienen en camino”
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