19 Capitales: y al final, Álvarez y Fiestas

Alvarez/Fiestas por tercera vez

Alvarez/Fiestas por tercera vez

En medio de una enorme incertidumbre y con una última etapa soñada en la que dieron vuelta el resultado final, Gustavo Alvarez y Jorge Fiestas con un BMW 2002, ganaron la clasificación general del Gran Premio del Uruguay 19 Capitales Histórico.

Con esta victoria, el equipo uruguayo entra en la rica historia de la competencia y que son los primeros en alcanzar el triunfo por tercera vez.

Lo hicieron en 2006, repitieron en 2008 y añaden esta sensacional victoria en la edición 12 de la emblemática competencia.

Por su parte y en la categoría Velocímetro, los uruguayos  Alejandro Guerra y Juan Volonté, con Fiat 128, se impusieron por segunda vez y de manera consecutiva tras librar durante las cinco etapas una dura batalla con quienes arribaron en segunda y tercera posición.

Los argentinos Carlos y Guillermo Berisso (Volvo 122 S) y los uruguayos Daniel Cabeda y Daniel Katunar (Mercedes Benz 230 S) salieron a disputar a última etapa entre Colonia y Las Piedras convencidos de que entre ellos estaría el vencedor.

Y hasta más allá de la ciudad de San José (mitad de etapa) los hechos les daban la razón. Pasaban a comandar la general Cabeda/Katunar pero sin embargo, crecían Ricardo Joubanoba/Ricardo Duhart (Opel Kadett), Gustavo Álvarez/Jorge Fiestas (BMW 2002), Eugenio y Sergio Biglieazzi (Chevrolet coupé TC), Raul García Escolano/Eduardo Zanardi (Peugeot 404) y Sergio Galleano/Pablo Bustamante (Peugeot 404). Tal era la paridad al promediar la decisiva etapa, que los seis primeros entraban en 20 centésimas. Todo podía suceder y de hecho, sucedió de todo.

Absolutamente, de todo.

Ciertamente que en la última etapa, la carrera no se salió un ápice del ADN que la caracterizó en estos cinco días largos de carrera pura: cambios constantes, subidas y bajadas de las tripulaciones que peleaban en ese selecto grupo de los 10 mejores de la general.

La primera gran sorpresa de la competencia sucede en la ciudad de Sarandí Grande. Un estricto control técnico por parte de las autoridades de la prueba -como ocurrió en Salto- determina que se retire de la competencia Daniel Cabeda/Daniel Katunar y con ello, Uruguay perdía a su más firme candidato. Aparentemente, el equipo uruguayo se negó a que le revisaran el auto. En realidad, lo que se revisa es el instrumental.

Mientras eso sucedía para sorpresa de todos, todos los de adelante aseguraban que cometieron errores, ya sea en los tramos de la mañana o luego en la tarde tras la neutralización y almuerzo en Trinidad.

Si eso era cierto, así lo parecía, entonces el quid de la cuestión estaba en ver con los descartes computados, quien se había equivocado menos.

De manera entonces que tras cinco días de carrera y miles de kilómetros, por si hacía falta, la carrera entraba tras Sarandí Grande en un gigantesco mar de dudas respecto a quien podía ganar.

Lo que sí lucía como incambiado era el panorama en Velocímetros. Sin grandes fisuras y con una buena renta a su favor, no se esperaban sorpresas en cuanto al vencedor. Y no las hubo, Alejandro Guerra/Juan Volonté mantuvieron el liderazgo y la emoción se trasladó a sus espaldas para completar el podio.

Pero volviendo a la definición del Absoluto, cuando el presidente del Automóvil Club del Uruguay Jorge Tomasi comienza a desandar los 10 primeros lugares ante los 127 equipos que llegaron a la meta en el predio ubicado en la ruta 5 y ruta 48, se producen las primeras sorpresas: los uruguayos Joubanoba/Duhart y Berisso/Berisso ya no estaban en el podio pues fueron anunciados en el quinto y cuarto lugar final respectivamente.

Sorpresivamente, van quedando para el final García Escolano/Zanardi y más increíble aún Galleano/Bustamante. Ambos equipos argentinos rozaron la hazaña de no mediar una última etapa donde pusieron toda la carne en el asador para llevarse la última jornada por mínima diferencia y con ello, los uruguayos Gustavo Álvarez/Jorge Fiestas entre sorpresa y alegría, celebraron su tercera victoria en la competencia y un triunfo conseguido de esa manera que tanto nos gusta a los uruguayos: remandola desde atrás.

El segundo lugar con una última etapa impresionante finalizaron los argentinos Galleano/Bustamante a tan solo 53 centésimas de los ganadores. Pero el segundo lugar lo festejaron como un triunfo y está bien. Terceros García Escolano/Zanardi que siempre son de temer, siempre definen y seguramente alguna edición van a ganar. Arribaron a 76 centésimas de los ganadores. Impactante: el podio resumido en 76 centésimas.

Por su parte y en lo que refiere al podio de la categoría Velocímetro, segundos en una fantástica arremetida final se ubicaron Felipe Burgueño/Lilian Gimenez (Ford Escort) y terceros una tripulación oriunda de Florida que dejó una notable impresión: Oscar Franquini/Matías Franquini (Ford Escort). En definitiva, el podio se tiñó todo de celeste con tres equipos uruguayos acaparando los tres primeros lugares.

Un total de 119 equipos llegaron a la meta ante una ciudad de Las Piedras que nuevamente los recibió con los brazos abiertos y los aplaudió uno por uno. Incluyendo al más pequeños de la carrera, el NSU Prinz II de los argentinos Santamarina/Quinro quienes con coraje hicieron toda la carrera, llegaron en el último lugar pero se llevaron el triunfo en la categoría A.

El porcentaje de arribos fue muy pero muy bueno. Largaron 134. El día de descanso en Salto se notó pues muchos pudieron reparar para llegar a la meta.

La duodécima edición del Gran Premio del Uruguay 19 Capitales Histórico ya es historia. Pero en la historia de la competencia, la carrera 2015 quedará grabada a fuego por su paridad, sus constantes cambios, el incierto desenlace y línea de meta que mostró a tres equipos en poco más de 76 centésimas. En definitiva, un fiel reflejo del desarrollo de toda la competencia.

De hecho, pasan los años y la competencia organizada por el Automóvil Club del Uruguay con el apoyo de AUVO, CUR, CUAS y Montevideo Classic, se las ingenia para mostrar siempre algo nuevo, atrapante. Y en este 2015, no fue la excepción. Todo lo contrario. Salió una carrera en su desarrollo -acaso- soñada.

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MARIO ROSA

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