Conociendo algo mas sobre el “Halo” que protegió a Hamilton y que a pesar de ser bien feo es vitalmente útil

Van pasando los días, Verstappen ha sido penalizado y aunque la polémica sigue, nos hemos ido olvidando del verdadero y victorioso elemento que surgió del accidente del domingo pasado: el Halo.

Es que como e ve en las fotos, el Halo de Hamilton recibió la mayor carga del impacto del neumático del Red Bull, llegando luego a rozar levemente el casco del piloto. Si hacía falta un examen, el Halo ha justificado plenamente su vigencia y el porqué los pilotos han tenido que acostumbrarse al corte de imagen que implica el parante ante sus ojos, y que en conjunto consiste en tres barras flexibles de titanio ubicadas delante y sobre la cabeza del conductor y que tiene un peso de 10 kilogramos y es capaz de soportar 11.500 kilos.

Por algo al googlearlo no encontré que fuera una sigla, sino que refiere al “halo de los ángeles, el círculo luminoso que los ampara sobre sus cabezas…”

“Siento una enorme gratitud porque alguien estaba velando por mí hoy” dijo Lewis y aunque elevó su vista al expresarse, bien podría haber mencionado a quienes en la Universidad de Cranfield trabajaron meses, investigando y probando el elemento de protección que se conocería como “Halo”. La cabeza visible del programa que aparejó el Halo en Cranfield fue Clive Temple, quien preguntado sobre el accidente respondió: “fue la ciencia, no la suerte, lo que salvó al siete veces Campeón”.

Recordemos que el Halo se introdujo en la F1 en 2018 y ya probó su eficiencia cuando Charles Leclerc (sobre el Alfa Romeo) fue protegido del auto en vuelo de Fernando Alonso (Mc Laren). Otro caso en el que el Halo estuvo involucrado fue el de Romain Grosjean en Noviembre del año pasado (cuando su auto se prendió) fuego, aunque esta vez la determinante de que Romain pudiera dar el paso hacia los brazos del médico, fue la protección deformable del morro de su auto, otro elemento que lleva pocos años en la F1.

Hoy, en todas las categorías FIA, hasta la F4, el Halo es obligatorio. Feo pero absolutamente necesario.