La primera jornada de pruebas del británico Lewis Hamilton a bordo del nuevo Mercedes terminó contra el guard rail, víctima de problemas en los frenos traseros de acuerdo a lo confirmado por su equipo.
El incidente fue en la curva Cry Sack tras haber cumplido 15 vueltas y aparentemente el único destrozo fue el de la trompa del novisimo Mercedes. El equipo twitteó hace un rato: “Lewis sufrió una repentina falta de presión en los frenos traseros. Los delanteros le permitieron enlentecer el auto pero no pudo evitar las barreras”.
El piloto no tuvo consecuencias físicas como resultado del despiste.
El martes, con Rosberg al volante, Mercedes tuvo que paralizar varias veces las pruebas por problemas eléctricos.
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