La semana pasada se disputó el Rally de Italia-Cerdeña, el que finalizó con una nueva victoria de Sébastien Ogier. Mikko Hirvonen, con Ford, había conseguido liderar la competencia tras la primera prueba superespecial, pero en medio de la primera etapa, un incendio lo dejó fuera del rally.
Ocurrió en un enlace entre los tramos cuatro y cinco, cuando el Fiesta RS WRC comenzó a arder, por causas desconocidas.
“El gasto para reemplazarlo es enorme. Estaríamos por encima de las 400.000 libras y los coches de rallye no tienen seguro, así que es mucho dinero“, comentó Malcolm Wilsom, director de M-Sport.
“Si sufres un gran accidente, normalmente los componentes mecánicos suelen estar bien. Pero con lo que pasó aquí, no hay absolutamente nada que podamos reutilizar. Todo está destruido y es una gran pérdida”,afirmó Wilson.
Las causas de lo ocurrido aún no se conocen: “Si hubiese ocurrido en un tramo, podríamos pensar que hubo algún impacto. Pero ellos marcaron un buen tiempo en la especial anterior y todo ocurrió en el tramo de enlace, así que es difícil de entender”, afirmó.
“Mikko cree que se inició desde el interior de la rueda trasera derecha. Vamos a traer el coche de vuelta al Reino Unido, pero será difícil identificar la causa a menos que algo como el árbol de transmisión se hubiese roto y este hubiese dañado el tanque de combustible. Entonces sí que sería bastante fácil identificar el motivo aunque el coche esté calcinado”, conluyó Wilson.
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