Dubai es el país con más súperdeportivos transformados en patrullas, pero es Estados Unidos el que más vehículos tiene creados especialmente para la función. No se trata de autos con solamente luces en sus techos, sino que salen de fábrica diseñados y con elementos específicos para su cometido. Tal es el caso del Dodge Charger Pursuit.
¿Que lleva en sus entrañas? Dos conocidos motores del Grupo Chrysler: un 5.7 HEMI V8 de 370 CV que, para ahorrar combustible (sic), cuenta con la capacidad de desconectar automáticamente cuatro de sus cilindros a velocidad de crucero en autopista, o bien el 3.6 Pentastar V6 de 292 CV, un flexifuel que admite E85 (nafta con mezcla de bioetanol al 85%). La tracción puede ser trasera o total, para el motor más grande.
De serie equipa las luces propias de la policía de Estados Unidos, cámaras de filmación, módem, maletero refrigerado y adaptado para la instalación del equipamiento que sea necesario, y un altavoz externo de 100 W. Entre su equipamiento propio de un vehículo policial también contará con un volante multifunción con botones auxiliares programables para operar el instrumental de patrulla, cámaras de estacionamiento, suspensiones reforzadas y frenos de mayor calibre pensados precisamente para su rendimiento en persecuciones de alta velocidad.
LAs enormes defensas delanteras, las llantas negras con eje cromado, y el esquema bicolor completan el vehículo, que por cierto tiene un aspecto que impresiona.
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