Un auto de rally requiere de un equipo, integrado por piloto y copiloto. El piloto es el encargado de guiar los destinos del equipo con sus manos, y el copiloto, de hacerlo con su voz. Así pues, la confianza entre ambos debe ser mutua e inquebrantable: la responsabilidad del piloto de llevar a su navegante al destino, y la del copiloto, de llevar a quien conduce a meta.
Es una tarea de a dos, del 50 por ciento para cada uno. Si se equivoca el piloto, la piña está casi asegurada. Si se equivoca el copiloto, el resultado puede ser el mismo. La combinación entre los sentidos de ambos les llevan al éxito o al fracaso. Y hay que estar preparado para ambas situaciones, pues se trata además, de un deporte de alto riesgo, aunque por cierto, las medidas de seguridad son cada vez mayores.
Ahora bien, sentarse en la butaca derecha de un auto de rally no es tarea fácil. Y lo digo con algún conocimiento de causa. Ir agarrado de un cuaderno, mirando hacia abajo, siguiendo el hilo de las notas, y ‘dibujando’ en la mente el tramo no es para cualquiera, pues además, se necesitan nervios de acero. Tal vez mayores que cuando uno se pone detrás del volante. Como dice el tango de Roberto Goyeneche ‘Balada para un loco’, hay que estar ‘piantao’ para mantener la calma desde el lado derecho de un auto de rally.
Es por ello que el equipo Volkswagen del Campeonato Mundial de Rally propuso a los navegantes de Jari-Matti Latvala y de Andreas Mikkelsen, Miikka Anttila y Ola Floene, respectivamente, ‘cantar’ las notas en situaciones inverosímiles.
¿Podrán Miikka y Ola leer notas en un parque de diversiones, o en un avión acrobático? Vean los videos, aunque les adelanto, a estos muchachos no les corre sangre por las venas.
H.P.
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