Por ahora, es todo lo que puede hacer...
Fue tal la demostraciòn de talento y jerarquía conductiva de nuestro joven piloto Santiago Urrutia en el Drivers Challenge de Cancún, que los renombrados pilotos argentinos Matías Rossi y Esteban Guerrieri, pilotos de Toyota en Súper TC2000, invitaron al coloniense a competir en los 200 kilòmetros, un clásico de la taquillera especialidad del vecino país.
“Después veremos si lo podemos concretar pero para mí es un orgullo que se fijaran en mí, con apenas 18 años y para una carrera y un equipo que tiene enorme profesionalismo y en un medio como el argentino donde abundan los muy buenos pilotos”, indicó Santi que por estas horas atraviesa un duro momento al no tener ninguna noticia respecto a si tendrá o no apoyo del Estado en 2015.
“El Drivers Challenge me vino muy bien porque estaba bastante bajoneado en el comienzo del año por la incertidumbre que hay respecto a mi futuro deportivo. Más que nada por no tener ni un sí o un no respecto al presupuesto para GP3. Pero tomé al evento en Cancún con mucho entusiasmo porque lo veía como una prueba de fuego. Y la verdad que volví muy tranquilo conmigo mismo de este evento en Cancún. No fui a demostrarle nada a nadie sino a mí mismo. Fui a vivir mi propia experiencia. Era un verdadero banco de prueba conductivo porque había pilotos de enorme jerarquía. Eso nadie lo puede discutir. Y ver que estaba con ellos, que podía ganarles sea en kart o en kartcross, para mí fue un desafío personal muy importante. Bueno, me demostré a mí mismo que en igualdad de condiciones no soy menos que nadie, que estoy para ir al frente y dar pelea”, indicó el uruguayo.
Tras el éxito en el Drivers Challenge donde tuvo absolutamente un rol protagónico ante las grandes figuras, los ofrecimientos llegaron enseguida.
A lo de Toyota en Argentina se sumaron llamados desde Estados Unidos para la Fórmula Mazda y nuevos ofrecimientos desde Europa para Fórmula Tres FIA y World Series, además de GP3 donde su sí ya está dado a Campos Racing.
Pero para todo se necesita presupuesto.
Y el tiempo se termina.
MARIO ROSA
Comentarios