Y ahora fue el turno de Citroen, con Martín y Germán Soler como anfitriones, para ofrecerme la posibilidad de dar unas vueltas en el DS3 junto al ganador de la última fecha del Superturismo, Diego Nocetti.
Esta vez la butaca fue lo suficientemente ancha, y el arnés me quedó justo. Fuí el primero en salir con Diego y sólo dió media vuelta para calentar neumáticos en este circuito elegido en El Pinar, corto, pero con suficientes variantes como para disfrutarlo.
El motor Cosworth me rebotaba dentro del casco, la única incomodidad, pero no quedé sordo y al minuto comencé a acostumbrarme. Diego lo pisó fuerte, también tirando mil vueltas menos, medida precautoria para cuidar al impulsor que tendría una agitada mañana transportando al mundo del automovilismo a unos cuantos invitados.
Un estilo muy agresivo, con mucho movimiento de manos el de Nocetti. Un par de veces pensé que lo perdía, pero la reacción justa fue en el momento adecuado como para estar siempre en el asfalto. Algo así como el demonio de Tasmania en pleno ataque..
Diego se esmeró para que yo disfrutara y se lo agradezco, sólo me pregunto como hace (o hacen) para mantener ese ritmo en carrera, cuando otros ocupan los radios ideales y hay que inventar, en tanto el pie izquierdo corrige frenando, lo que el derecho viene derrochando….
Muy buena experiencia. Gracias Citroen, gracias Diego.
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