Es el único que queda de los 52 que fueron fabricados en su momento, y está en condiciones de uso, con su motor de seis cilindros en línea de 6.300 cc, capaz de 80 caballos. La historia dice que luego de salir de la fabrica viajó a Australia, dónde “vivió” hasta 1960, cuando un entusiasta de la marca, Ross Flewell Smith lo compró para restaurarlo a nuevo. Otros trabajos se le hicieron en el 2.000, luego de que el auto se paseara por el mundo exhibiéndose como una pieza de colección de alto valor.
Dependerá de quienes pujen por él, pero se estima que no se rematará por menos de 1.500.000.
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