Michael Schumacher cumplió el miércoles 49 años y ya van 4 desde aquel accidente de ski en la estación invernal de Meribel, tras el cual es prácticamente nula ha sido la información sobre el estado de salud de quien naciera el 3 de Enero de 1969 en el pueblo de Hurt Herrmulheim, al sur de Alemania.
Lejos ha quedado el traslado familiar al pueblito de Kerpen, dónde su padre, Rolf, fue contratado como encargado del kartódromo que en los años 60 construyeran los herederos de otra gloria del automovilismo alemán, como Wolfgang Von Trips. Allí, Michael y su hermano Ralf, darían sus primeros volantazos…
Luego, Michael se fue proyectando desde el karting hasta categorías promocionales como la Fórmula Opel o la Fórmula 3, generando inmediata notoriedad la que le permitió ser contratado por la escuela de proyectos de Mercedes-Benz Motorsport hasta debutar en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 en agosto de 1991, en el Gran Premio de Bélgica, con 22 años de edad a bordo de un Jordan.
De su meteórico ascenso dimos cuenta al transmitir por Canal 4 todas sus carreras en sus dos estadías en la F1: 1991 hasta 2006 y desde 2010 hasta 2012. Los números fueron fantásticos: ganó siete campeonatos mundiales, dos con Benetton en 1994 y 1995, y cinco con Ferrari entre 2000 y 2004. Asimismo, fue subcampeón en 1998 y 2006, tercero en 1992, 1996 y 2005, cuarto en 1993 y quinto en 1999. Acumuló 91 victorias y 155 podios.
Desde aquel fatídico accidente del 29 de diciembre de 2013 la vida de Michael Schumacher y de su familia cambió radicalmente. Las informaciones sobre su verdadera condición son inciertas y escasas debido al estrecho cerco impuesto por su familia. Su esposa, Corinne, ha tomado las riendas de la familia y sus hijos han intentado seguir adelante con sus vidas: Gina María, nacida a poco de llegar el piloto alemán a Ferrari, es una destacada jienete y ha combinado esto con su formación universitaria; y Mick, de 20 años, decidió seguir los pasos de su padre para formarse como piloto, pero tras dos años en Fórmula 4 y uno en Fórmula 3 todavía no da indicios de que sus condiciones tengan que ver más con facultades personales que con el aval del apellido.
“No perdemos nunca la esperanza de que algún día volvamos a tener al Michael de siempre, porque lo seguimos echando de menos”, suele decir Sabine Kehm, la relacionista pública del piloto, cada vez que debe hablar en público de su condición.
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