Sebastien Ogier conversa con uno de los integrantes de su equipo al término de la etapa sabatina. Tiene el triunfo en sus manos.
Sebastien Ogier tiene la victoria servida en bandeja. Ello, tras el abandono de Chris Meeke y su Citroen, quien venía siendo un durísimo rival.
Entre ellos había cambiado el liderazgo varias veces durante el viernes, pero hoy, el francés comenzó a estirar la diferencia, y el norirlandés estaba a medio minuto cuando se fue re ruta. Llegó a terminar ese tramo pero el auto estaba muy dañado, especialmente la caja de cambios, y terminó abandonando en el reagrupamiento antes del PC de Sisteron, el último de la jornada.
El propio Ogier lamentó dicho abandono: “es una pena por Kris, la carrera con él estaba muy buena. No se merecía este final…Ahora es una carrera diferente para mí. Es sólo llegar al final…”
Meeke explicó la causa del abandono en el penúltimo tramo de hoy, el PC 12: “algo que estaba en el medio del camino pegó fuerte abajo y la caja no aguantó…”
Esto dejó a Ogier con 1.59″ de ventaja y a falta solamente de los tres tramos del domingo.
Dónde sí hay lucha es por el segundo lugar, que por ahora quedó en manos de Andreas Mikkelsen y su VW WRC, pero a a trece segundos de Thierry Neuville y su Hyundai, quienes ganaron el tramo de Sisteron, el último de hoy, para cerrar el día indicando que darán batalla mañana.
Jari Matti Latvala, quien era el candidato para el uno-dos de Volkswagen abandonó esta mañana tras una salida de ruta.
LA GENERAL TRAS LA ETAPA DEL SABADO
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