Maurizio Arrivabene sería el primer fusible a saltar producto de la crisis de Ferrari que tiene ante sí una difícil montaña a subir en cuatro carreras.
La debacle de Ferrari sólo puede ser disimulada, un poco, si es que ganan el próximo GP, en Austin, Texas el domingo 22. Es que Sebastian Vettel, en un momento candidato al título, ha conseguido sólo 12 puntos de los posibles 75, en las últimas tres carreras.
Con una inversión anual de 380 millones de dólares, van en camino a ceder, nuevamente, los títulos de Piloto y Constructor, lo que obliga a una introspectiva en la búsqueda de responsabilidades. Es cierto que en Singapur, el triple choque Vettel-Verstappen-Raikkonen pareció responsabilidad del alemán, pero el resto de los problemas corresponde al motor y en la última carrera a un pequeño detalle como una bujía. En fin, como ocurre en el fútbol, Maurizio Arrivabene -director deportivo- debe sentirse tan sólo un poco mejor que los técnicos de Chile y Paraguay tras la última jornada de las Eliminatorias.
Quienes mas le han pegado no provienen de la prensa italiana, la que le da crédito hasta que las matemáticas certifiquen lo que se ve venir. Es la prensa inglesa, por ejemplo el Times: ““Ferrari sólo se puede culpar a sí mismo. Tienen uno de los presupuestos más altos, pero aun así no pueden ganar el título mientras sus rivales con presupuestos mas bajos lo han conseguido. Ninguna silla es tan precaria como la de Maurizio Arrivabene. Después de los problemas de motor hace una semana, otra carrera sin triunfo podría ser el adiós para Arrivabene”
Por su parte, el Daily Telegraph titula la actuación de Ferrari en Suzuka como la “última implosión con un auto que ha sido increíblemente rápido todo el año, pero Vettel ha pasado de los siete puntos por delante en Monza hace cuatro carreras a estar 59 por detrás” .
Hay muchos que preparan el ataúd de Arrivabene, quien está jugado ahora a perder los títulos dignamente.
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