Presentado como prototipo en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 2011, se conoció su versión de producción dos años más tarde, en el mismo salón, en 2013. El BMW i8 es fruto del ‘Proyecto i’, el que se concibió por separado de BMW y de MINI, y a partir de este año está a la venta.
Para promocionar el modelo, la firma muniquesa ha develado tres spots, los que se enmarcan en el claim ‘I’m the possible, I’m de i8’ (Soy posible, soy el i8).
Recordemos que el i8 cuenta con un sistema híbrido compuesto por un motor eléctrico de 131 Hp y otro de combustión de tres cilindros 1.500 cc y turbo. Desarrolla 100 Hp más, por lo que entrega 231 en el trasero, con lo que su potencia final combinada se queda en 362 Hp
Además, puede circular exclusivamente en modo eléctrico durante unos 35 km máximo (hasta una velocidad de 120 km/h) y su consumo homologado será de impresionantes 2,5 l/100 km. Las emisiones se quedan en solo 59 gramos de anhídrido carbónico por kilómetro y su aceleración de 0 a 100 es de 4,5 segundos.
Una de las claves del bajo consumo combinado del BMW i8 ”plug-in-hybrid” se logra también a través de su conseguida aerodinámica. Ya que su coeficiente es de apenas 0,26. Su trabajada carrocería dispone de elementos que parece que serán propios y comunes de toda la gama de BMW i; como la franja Black Belt que recorre el carenado entero o los flancos Stream Flow, que en este caso se hace patente con la forma de las ventanas laterales, que guía el aire hacia la abertura de la zaga.
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