Aston Martin presentará en Ginebra a su nuevo V8 Vantage N430. Se trata de la versión más radical del modelo que surgió con fuerte herencia de competición. Con el N24 y GT4 en sus espaldas, este es el resultado.
Los deportivos son autos de calle, en los que se puede llevar a los chicos al colegio, pero en los que se pueden llegar a sentir sensaciones imposibles en otros que no lo son. Por supuesto, cuanto más potente mejor. Y Cuanto más parecido a un auto de carreras propiamente dicho, mucho mejor.
Comencemos por su nombre. V8, es por su impulsor, un ocho cilindros en V de 4.735 cc; la N, es por el Aston Martin Test Centre ubicado en el circuito Nordshleife de Nürburgring, y 430, por los 430 hp (437cv) de potencia que eroga el bloque.
Con ese motor y dos posibles transmisiones, una manual de seis relaciones, y una secuencial SportShift II de relaciones cortas, el fabricante declara, en su mejor ejercicio, un 0 a 100 km/h en 4.6 segundos y una máxima de 305 km/h.
Además, el auto ‘adelgazó’ unos 20 kg. con asientos de fibra de carbono y Kevlar y llantas de aleación ligera de 19 pulgadas.
Por si esto fuera poco, un kit estético y aerodinámico específico completan el modelo, poseedor de una carrocería rebajada, un nuevo spoiler trasero y un difusor más generoso. Los frenos son de mayor diámetro y potencia, y el escape también cuenta con nuevo trabajo, para mejorar la salida de gases y el sonido del V8.
A no olvidarse de su interior, pues el carácter deportivo del ambiente va acompañado, por ejemplo, de un equipo de sonido firmado por Bang & Olufsen.
Nada mal para las vueltas de todos los días.
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