Audi presentó y completó el primer test de su bestia para el Dakar 2022, el RS Q e-tron que ahora puesto a punto por Peterhansel, Sainz y Ekstrom

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Audi se metió definitivamente en la aventura del “Dakar” tras presentar a su bestia, el RS Q e-tron en su bautismo de barro y tierra, al que asistió gran parte de la prensa especializada europea., incluyendo a nuestro amigo galés Dean Anniston, cuyo reporte es base de esta información.

Las fotos dan cuenta de como luce el nuevo prototipo híbrido que ahora quedará en manos de Stephane Peterhansel, Carlos Sainz y Mattias Ekstrom, para su puesta a punto, en los próximos meses, con la mira puesta en Arabia Saudita, para Enero de 2022.

El RS Q e-tron es llamativo desde dónde se le mire, y se impone con sus 4,50 de largo, 2,30 de ancho y 1,95 en su punto mas alto. La distancia entre ejes es de 3.08.

Adelante, tres finas líneas de LED azules sobre unas pequeñas ópticas blancas también LED avisan de lo que está por venir junto a la enorme entrada de aire en el centro, por encima de la tabla de metal que protege la MGU delantera y los brazos de la dirección.

La importante toma de aire del techo se fusiona hacia atrás con una aleta de tiburón que llega hasta el sector trasero donde luce la frase la  Future is an attittude (El futuro es una actitud) “leiv motiv” de la marca de los cuatro aros.

Los laterales, completamente carrozados, ocultan las dos ruedas de repuesto (una a cada lado) en un intento por evitar cualquier pérdida aerodinámica que pueda castigar la eficiencia del novedoso sistema de propulsión, una obsesión para los ingenieros de Audi Sport.

La decoración que dicen es definitiva combina estampados en diferentes escalas de grises con un naranja fosforescente en las entradas de aire, los faldones laterales y las llantas de 17 pulgadas. 

Audi RS Q e-tron

El sistema de propulsión está compuesto por un MGU05 delantero (250 kW y 33 kg) procedente de la Fórmula E, situado adelante pero encima del eje; unas baterías de 13 módulos de 266 células cada uno (52 kWh y 375 kg), que arrancan en el canal entre piloto y copiloto y se extienden hasta los extremos laterales del RS Q e-tron.

El tanque de 295 litros de combustible se encuentra 1,10 metros por detrás del eje delantero (detrás de los pilotos) y alimenta al motor de combustión TFSI 2.0 de cuatro cilindros, heredero del DTM. Este se conecta al conversor (segundo MGU) que recargará la batería junto a la recuperación de energía en frenaje. El tercer MGU, que mueve el eje trasero y no está conectado mecánicamente con el delantero, termina definiendo la propulsión.

Cuenta con un pequeña caja de cambios de una sola marcha en cada eje y los diferenciales son digitales, con el objetivo de ahorrar peso y espacio y de simplificar un sistema de propulsión ya de por sí muy complejo.

Carlos Sainz y Lucas Cruz fueron la primera de las tres parejas -piloto-copiloto del proyecto- en tripular este prototipo que ateniéndose al reglamento debe pesar como mínimo 2.000 kilos. Fue en el circuito de pruebas de Audi Sport, y la primer grata impresión del español fue lo estable que es, pese a su tamaño.

Después de dos días de shakedown sobre el asfalto, la semana pasada Sainz, Ekström y Peterhansel completaron siete jornadas de pruebas en las instalaciones off road de “Área 39” –propiedad del ex piloto alemán de rally Armin Schwarz– con arena, tierra e incluso lluvia.

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Como en todo proyecto recién nacido, hubo pequeñas complicaciones y los tres pilotos ofrecieron múltiples detalles que pueden mejorarse de aquí a enero de 2022. Pero las sensaciones de Sainz, Ekström y Peterhansel fueron “bastante positivas”, según dijo Andreas Roos, jefe del proyecto.

“Nuestros pilotos se mostraron muy contentos desde los primeros minutos con el auto, aunque, por supuesto, ya tenemos una larga lista de tareas pendientes. Pero afrontamos este enorme reto con ganas; no queremos solo estar ahí, sino lograr el máximo rendimiento posible. Eso sí, somos conscientes de que habrá un tiempo de aprendizaje con esta pieza de tecnología y arte sencillamente enorme y única. Es el vehículo de competición más complejo que hemos construido nunca, más que el LMP1, y con él queremos seguir los pasos de la leyenda que fue el Audi Quattro en el mundo de los rallies”, asegura el directivo alemán.

El RS Q e-tron puede recargarse por enchufe –además de por el motor de combustión y el MGU conversor– y en Audi Sport están trabajando junto Amaury Sport Organisation (organizador del Dakar) para crear unas bases de recarga suministradas por energía lo más sostenible posible.

“Si en estos primeros meses no tenemos ningún gran problema, es que habríamos hecho algo completamente único e increíble. El objetivo es acabar este primer Dakar; todo lo demás, será un regalo. Pero creo que alguna sorpresa podemos dar”, apunta Sven Quandt, jefe de Q Motorsport a modo de conclusión de lo que está por llegar.