“Quisiera ser como un camino por el que todos pasan, y que luego olvidan”. Esta frase pertenece al escritor y diplomático francés Paul Claudel, y que justo encaja para comparar lo que sucede con el autódromo de la ciudad de Buenos Aires. El coliseo porteño se ha convertido justamente en un camino donde fueron pasando las categorías de nuestro automovilismo y luego fueron olvidando.
Desde hace muchísimo tiempo el Turismo Nacional no visita ninguno de sus dibujos, y las chances siempre fueron lejanas para que se concrete la llegada de la categoría con más de ochenta autos.
El Top Race, quien tenía la llamada carrera del año, tampoco pudo concretar carreras en el lugar donde todos quieren correr y se ha fijado como meta Alejandro Urtubey, volver en este 2015.
El Super TC 2000 volvió después de un tiempo con los denominados “200 Kilómetros de Buenos Aires”, y tuvo que pasar uno de los papelones más grandes de nuestro deporte: La clausura del predio el día de la carrera más importante.
Si faltaba la frutilla del postre, la categoría más popular que tiene la república Argentina, el Turismo Carretera, anunció a través de su presidente Hugo Mazzacane, que éste año no estarán realizando fechas el circuito de la capital federal.
En abril se cumplirán veinte años (1995) del regreso de la Fórmula 1, donde para esa visita se realizó la remodelación más importante desde su inauguración.
Promesas y muchas promesas se sintieron para volver a darle la importancia que se merece, hasta escuchar decir “debe ser el Teatro Colón del Automovilismo Argentino” aunque para lograrlo, primero hay que ponerlo en condiciones y hacer que regresen los artistas.
(Mauricio Mansilla-tycsports.com)
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