El círculo se estrecha, las posibilidades se agotan. Y por más que ANCAP renovó y aportará más y lo propio hará el Banco de Seguros del Estado, el camino de Santiago Urrutia hacia el Campeonato Mundial de la GP3 Series parece estrecharse cada vez más ante la imposibilidad de confirmar su lugar ante la falta de presupuesto.
Un mail a media mañana de este martes desde Europa pone bien en claro las cosas: mientras acá seguimos pendientes de una definición de Estado -no de entes por separado-, allá en el viejo mundo no son ni lentos ni perezosos. Y las butacas se cotizan ante jóvenes que tal vez sin el talento de nuestro Santiago, sí tienen billeteras abultadas o una República capaz de decidir un tan simple sí o no en plazos más que razonables.
A mitad de 2012 y tras el éxito en Silverstone, Santiago Urrutia fue declarado una “marca país”. Nada más justo, nada más sano, nada más acertado.
Seis meses después la marca se diluyó como el agua entre los dedos.
No es un tema de plata. Para nada. Es un tema de actitud. Apoyamos o no apoyamos a los jóvenes uruguayos. decimos y luego hacemos o decimos y no hacemos luego nada.
Mientras Santiago pedalea allá en su Miguelete natal y en cada metro que recorre la “chiva” está la ilusión de acercarse cada vez más a lo máximo dando -justamente- todo de sí, acá seguimos especulando si apoyar puede tener un costo político…
Entonces si es así, no se hubiese apoyado de entrada. ¿para que generar una ilusión en un chiquilín de 15 años si después le damos la espalda cuando más nos necesita?
Les dejo a continuación el mail remitido a media mañana de este martes que ayuda a comprender lo que escribo…
MARIO ROSA
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