Caroll Shelby, un hombre y un nombre asociado directamente al mundo automotor, más precisamente a Ford, falleció el pasado 10 de mayo a los 89 años en California. “Un innovador cuyo legado en Ford jamás será olvidado” decía en su momento Edsel B. Ford II, bisnieto del fundador de Ford Motors Company, Henry Ford.
Diseñador de los míticos Shelby Cobra, Ford Mustang Shelby, y colaborador en tantos otros proyectos, la vida de Caroll es inimaginable sin un auto a su lado.
En 1952 participo de una carrera de Hot Rod con Ford, en lo que fue su primer contacto con la marca del óvalo. Ganó Le Mans en 1959 con un Aston Matin, y en 1962 fue su retorno a Ford cuando introdujo, en el deportivo británico Cobra, un motor V8 de Ford, dando inicio al auto de culto Shelby Cobra.
Posteriormente ganaba, en 1963, su primera carrera con ese auto, que actualmente fabrica AC Cars, para en 1965 comenzar con el desarrollo de unos de los mejores y más bonitos coches de Ford, el GT40.
Desde 1966 hasta 1970 conseguiría sus mayores éxitos con el GT40, ganando ininterrumpidamente las 24 horas de Le Mans, doblegando a Ferrari.
De todos modos fue en 1964 que nacía el proyecto de los Ford Mustang Shelby, legado que sigue hasta nuestros días. Ese mismo año apareció el famoso Shelby GT350, y en 1967 vería la luz el Shelby GT500.
Desde 1969 hasta 2002 el vínculo entre Shelby y Ford se rompió, pero fue en 2002cuando apareció en el mercado el Ford GT, una reedición del famoso GT40 fabricado casi 40 años antes, nuevamente construido por las dos firmas. Además, tras varios prototipos basados en el Mustang, en 2007 se reeditó el Shelby GT500, y desde entonces han aparecido otras versiones más que han hecho las delicias de los amantes de este caballo salvaje.
Su último trabajo ha fue el Shelby 500 2013, equipado con un motor V8 de 5.8 litros supercargado de 662 Caballos.
No hace falta agregar ningún dato más, porque seguramente todos los lectores saben de qué hablamos, cuando su apellido aparece inmortalizado en alguna de sus creaciones.
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