El español Carmelo Ezpeleta, algo así como el Bernie Ecclestone del motociclismo, ha dicho que un cambio se impone en MotoGP. Y si miramos que el Campeonato terminó con sólo 17 motos en una grilla de partida, contra las 32 de Moto2, y mas de 30 en 125 cc, uno comienza a compartir su punto de vista.
“No me gusta como van las cosas en esta categoría. No me gusta lo que se ve ahora en MotoGP. Tenemos un Campeonato en el cual las Honda fueron muy veloces, otras motos un poco menos y las mas, peor. De esta forma hay poca lucha por lo que el espectáculo no es satisfactorio”
En declaraciones a la revista Motosprint, Ezpeleta continuó diciendo: “esto no es sólo tecnología, es un deporte y un entretenimienteo. No me gusta como están las cosas y esto no seguirá así por mas tiempo…”
Don Carmelo -que así se le conoce- es el principal de la empresa Dorna, dueña de los derechos de los Mundiales regenteados por la Federación Internacional de Motociclismo que aboga por ir hacia motos mas parecidas a las de producción: “está claro que con estas motos esto no funciona. No acompasan la realidad económica mundial y si seguimos así habrá equipos que no tendrán el presupuesto necesario y en 2013 habrá dos Honda tan sólo en la grilla. He decidido que desde un punto de vista financiero no apoyaré mas a ningún equipo que adquiera sus motos por leasing de los fabricantes, motos muy específicas. Es paradójico que Moto2, una categoría que en otros tiempos fue muy criticada es una de la que ofrece mejores espectáculos, aún teniendo pilotos en teoría de menor nivel, comparados a los de MotoGP. Hemos llegado a un punto que varios pilotos de MotoGP no pueden hacer nada porque no tienen los medios mecánicos aptos, ya que para correr se necesitan al menos cinco millones de Euros por temporada. Los pilotos privados no acceden a ese nivel. Es ridículo que a un piloto como Bradl (Campeón de la Moto2) se le pidan 5 millones para correre en MotoGP. Es imposible que se necesite ese importe. Y la mayor parte para hacer un leasing de una moto que ni siquiera les quedará en propiedad. Esto tiene que terminar y rápido. Los contructores pueden decir y actuar como quieran, pero no pueden cambiar esta realidad. No hay dinero, hay que gastar menos y es hora de actuar….”
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