“Él me dio un sobre una vez, todavía lo tengo en casa. Tiene su propio lugar permanente allí, junto a su casco. El sobre fue abierto, pero cuando me lo dio, contenía 10.000 dólares, resultado de una apuesta que hicimos sobre que yo no podría comerme una caja de chili en México. Antes de que él retirara la oferta, lo engullí como pude. Esa era la cuarta vez que perdía una apuesta, una grande. Y puedo recordarle dándome el sobre con el dinero y diciendo que nunca volvería a apostar de nuevo, que le había aplastado apostando y que no era algo que se debiera hacer”.
“Es un recuerdo entrañable porque sacar una sonrisa de la cara de Ayrton no era sencillo pero conseguir dinero de él era incluso más difícil”, recuerda el actual jefe de McLaren de aquellos días de comienzos de los años 90’. Dennis también recuerda el día en que una moneda fue lanzada al aire en 1988 durante las negociaciones contractuales con el brasileño. “A medida que las negociaciones se acercaban a su final, empezamos a complicarnos con los números. No había manera de que no pilotase el coche, ni de que no le contratáramos pero no nos poníamos de acuerdo en cuanto al dinero”.
“Estábamos discutiendo por medio millón de dólares y se me ocurrió la idea de que lanzáramos una moneda al aire para decidirlo. Pero el inglés de Ayrton no era tan bueno por aquel entonces, por lo que estuvimos cinco minutos conversando acerca de los detalles. Tuve que dibujar varias imágenes en un trozo de papel. Sólo quería encontrar un atajo. Por lo que la moneda fue lanzada al aire, girando. Aterrizó y fue como un cohete. Podías oírles cuchichear alrededor de ella, les quité de en medio y gané la apuesta”.
“En ese momento, ninguno de nosotros cayó en la cuenta de que habíamos puesto en manos de una moneda un contrato de tres años, por lo que el resultado final fueron 1,5 millones de dólares. Esto ha sido tomado, a menudo, como un total desprecio por el dinero, pero no fue así, fue la única manera de desatascar la negociación”.
“Lo que más hecho de menos de Senna es la diversión que solíamos tener juntos. La mayor parte del tiempo, sólo estábamos Gerhard (Berger), Ayrton y yo haciendo bromas pero, a veces, un entrenador se involucraba también. La mayoría de la gente pensara que recuerdo todas las victorias, pero no es así, eso solo era nuestra trabajo. No era sólo que nos divirtiéramos juntos, era la sofisticación de la diversión. ¿Qué quiero decir? Bueno,aquellas bromas puestas en práctica solían ser como un estado de agitación extrema”.
“Recuerdo, después de cenar durante un fin de semana de carreras, cuando uno de nuestro grupo volvió a la habitación de su hotel no había nada. Literalmente. Ni muebles, ni ropa. Nada. Ese tipo de cosas son las que más recuerdo. Las risas y la diversión”.
“Creo que es porque fue enormemente bueno todo el tiempo que estuvo en este planeta. Hay muchos pilotos que han estado en el deporte demasiado tiempo y deslucieron su grandeza. También creo que es recordado porque era tan endiabladamente competitivo. Era grande, pero tenía también buenos valores humanos. Tuvo algunos puntos oscuros en su vida, pero tenía grandes principios. Era un buen ser humano”.
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