Mano a mano con Lafuente y Lazard, los hombres de Yamaha

Historia del Dakar. Lafuente y Lazard hablaron de sus experiencias en la edición 2012.

Se realizó ayer, en el local de Yamaha ubicado en Av. Italia y Ordeig, una conferencia de prensa con los dos uruguayos que culminaron el Dakar en la edición 2012.

Una vez en el lugar, los hermanos Arrieta dieron una cálida bienvenida a los periodistas y amigos que concurrieron, para luego dar paso a las preguntas hacia los pilotos Laurent Lazard y Segio Lafuente.

El evento, organizado por APUM, tuvo una buena comparecencia, y el clima descontracturado dió  para varias preguntas de todo tipo que los pilotos contestaron sin tapujos.

Sergio Lafuente fue el encargado de abrir la oratoria “en primer lugar quiero agradecer a mi familia por el apoyo brindado a mis amigos argentinos que me ayudaron con la navegación.”

Lafuente, quien acabo en el lugar 5 de la categoría cuadriciclos, fue el ganador de las dos primeras etapas, y su accionar dió a entender que estaba para más.

Al momento de largar “pensamos que no habíamos dejado ningún detalle al azar, pero no habíamos probado la rueda de auxilio, y cuando tuve que utilizarla, no entró”. Lafuente venia cómodamente en el primer lugar, pero pinchó. “En ese momento (cuando no entró la rueda) desarmé el quad para obtener algún tornillo, puse la rueda, pero se me salió a los 20 kilómetros. Por suerte, como a las 3 horas pasó un chileno que me ayudó, dándome su auxilio, sino todavía estaba allí” indicó entre risas. “Fue un error de principiante”.

“No pensaba que podía llegar primero el primer día, pero ya al segundo agarré confianza, y en el tercero vino la pinchadura”. Según comentó Lafuente, una diferencia de 17 minutos en la primera plaza es muy buena y difícil de descontar, ya que los primeros viajan a otro ritmo, y aprovechan el camino en mejor estado. “Con esa diferencia podés pinchar dos veces y no te alcanzan”. Por el contrario, cuando perdés tiempo y quedás atrás, “el quad, en los terreno flojos, apoya la panza, con lo que se vuelve muy pesado y lento”.

Laurent Lazard, quién finalizó en la ubicación 62 de la categoría motos, comenzó diciendo que “fue un Dakar  bastante peor que lo que se vió en la TV. Este Dakar me costó mucho porque me enfermé, pero pensaba en mi familia (Laurent es papá de una hermosa niña de poquitos meses) para poder seguir”. El Lagarto, como le dicen, continuó indicando lo difícil que fue esta edición, sobre todo el fesh fesh, que “fue un infierno”. Recordemos que el fesh fesh es una especie de talco, que en momentos llega a hundir a una moto hasta más de la mitad de la rueda, y por debajo, puede haber piedras que los pilotos no ven, además de levantar una nube de polvo.

Además, las altas temperaturas hicieron muy difícil el andar. “Llegamos a padecer 45° Celsius y menos mal que el cruce de frontera entre Argentina y Chile lo hicimos en enlace, porque hizo mucho frío a los 5.000 metros de altura sobre la cordillera.”

A “Osito” Lafuente le consultaron como es el plan de reparación cada vez que se llega al bivouac, y como se procede al mismo. En un día normal “te levantás a las 3 de la manñana, recorrés el enlace hasta el inicio de la prueba cronometrada, y llegás al bivouac sobre las 4 o 5 de la tarde. Según como fue la etapa, es el desarme del quad. Si llegó y digo ‘le pegué a todo’, se desarma todo, comenzando por el tanque de combustible para chequear el cuadro. El cuadro es la parte más débil del quad”. Recordemos que el quad que empleó Lafuente es un modelo standard para pasear, no para correr, a pesar que se modifican unas cuantas cosas. De todos modos, el YAMAHA bancó sin problemas más de 9.000 kilómetros.

“En la etapa maratón (así se denomina la etapa que los pilotos duermen solos, sin asistencia mecánica, y tienen que reparar sus vehículos ellos mismos) se me partió el cuadro. Por suerte pasamos por un pueblo, y por suerte sé soldar, así que pedí una (soldadora) eléctrica y pude continuar.”

Prosiguió indicando algunos “trucos” que un buen piloto de Dakar debe saber. “Los filtros de aire son muy importantes. El año pasado cambie 4 veces de motor, por no saber utilizarlos. Este año cambié una sola vez. Otro elemento que se revisa asiduamente son los rulemanes, pues el agua los daña mucho”.

Para poder correr un Dakar son muy importantes  “los conocimientos técnicos; a mi aún me falta saber de electrónica. El año pasado hice un curso sobre embragues, que por suerte me sirvió ya que no tuve ningún inconveniente.”

Pero también, al igual que Lazard, Lafuente señaló lo difícil de esta etapa, tanto para el físico como para el cuadriciclo. “Pasamos por una parte que habían carteles de calaveras, de peligro de muerte, de no pasar, pero era nuestra ruta. Eran, creo, los desechos de una mina”

Con respecto a la hoja de ruta, ambos tuvieron un punto de vista compartido. Recordemos que la organización les da la noche anterior la hoja, que ellos tienen que señalar a su gusto para poder identificar los obstáculos lo más rápido posible mientras manejan.

Lazard : “La noche anterior, teniendo en cuenta los WayPoints (controles de paso), podés ver como recortar camino. La hoja marca los WayPoints, pero vos elegís el recorrido.”

Lafuente: “¡El año pasado no tenía idea!, pero este año pasé viajando a Argentina y Chile donde hice buenos amigos que me ayudaron mucho, sobretodo un argentino; él me enseñó como pintar la hoja, entonces ves, a golpe de vista, el color, por lo que no tenés que fijarte mucho.”

Por otro lado, según ambos pilotos, la etapa más difícil fue la primera en terreno peruano, donde había una bajada monumental, y luego unos 30 km dentro de un cañón.

“No había por donde salir” comenzó Lafuente. “Entrabas en un cañón, sin aire, puesto que hay paredes a ambos lados, y además había mucho fesh fesh. No había como eludirlo. En un momento miro a mí alrededor y parecía una película. Todos los competidores al borde para ver como bajar, y luego vi los MINI patinando como locos. Para que un MINI 4×4 patine…”

En esa etapa quedaron por el camino varios competidores. Ambos coincidieron que las tres etapas de Perú fuero muy duras, incluida la última de 29 km que largaron juntos. Es más, “por mi culpa, que largué antes, Lazard casi se cae por un barranco” señaló Lafuente entre risas.

Casi al final, cada uno comentó su mejor anécdota del Dakar 2012, además de que ambos prometieron volver y mejorar el resultado de este año.

Lazard: “Venía en la etapa de Fiambalá muerto de calor, y con mucha sed. Así que paré y les pedí a unas personas un poco de coca… ¡y me trajeron hojas de coca! Lo peor de todo, es que ya me había pasado lo mismo. Ahora ya sé que debo pedir refresco.

Lafuente: “Venía por un camino rapidísimo, en la altura, y de repente veo fuego, y advierto que me paran dos pilotos. Cuando me detuve me preguntan ¿querés comer un asado? Resulta que el vehículo había chocado con una vaca, con lo que la vaca yacía muerta, y el vehículo totalmente prendido fuego”.

Este año Lazard competirá en Qatar,  nuevamente en Baja y en Enduro, mientras que Lafuente hará el Campeonato Nacional de Rally, e intentará tomar parte en el Campeonato de Cross Country argentino.

Hebert Paguas

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