Max y el pájaro que lo quiso mirar demasiado cerca, eso y la temperatura de los neumáticos, los únicos inconvenientes para una carrera muy cómoda del neerlandés

Al llegar a su victoria No. 41, Verstappen igualó a Senna, sin embargo el tema principal en la conferencia de prensa fue dedicado al único enemigo -que pudo haber sido- para el neerlandés, en la carrera.

Es que le escuchamos decir por radio “creo que le pegué a un pájaro…” pero luego no se habló mas del tema hasta que el Red Bull RB19 llegó a boxes tras su vuelta triunfal. Y allí estaban -los restos- del pájaro, a su manera subidos a la victoria….

El jefe del equipo, Christian Horner, dijo: “Creo que el momento más importante que tuvo fue golpear a ese pájaro, que solo hizo la mitad de la carrera detrás del conducto del freno delantero derecho”.

“Todavía estaba atascado en mi auto cuando salí, ¡no se veía muy bien!”
le dijo el piloto a Sky. “También lamento por el mecánico que tendrá que quitarlo”.


A pesar del drama menor causado por el ave, el mayor dolor de cabeza que Vertappen pareció enfrentar en el GP de Canadá fue controlar la temperatura de los neumáticos, ya que a todos los pilotos les resultó difícil llevar el caucho a la ventana operativa principal gracias a las condiciones más frías.

Horner agregó: “Simplemente tuvimos problemas para calentarlos, y es difícil generar la energía cuando solo hay seis curvas aquí y largas rectas”. Se podía ver que los tiempos de vuelta eran bastante variables para todos los pilotos en ciertos momentos. Pero Max fue capaz de romper el DRS y luego sacar una brecha saludable antes del auto de seguridad. Luego, después del auto de seguridad, también obtuvo 10 segundos”.