Se llama Boris Johnson, es el Alcalde de Londres y ha tenido una idea: multará con unos 200 dólares a los autos que estando detenidos, tengan el motor funcionando. Esto para ahorrar nafta, reducir ruidos molestos y también la contaminación.
Obviamente, no en el caso de los semáforos, sino mas bien pensando en los taxis y aquellos que esperando a alguien se quedan con el motor encendido. Y esto se agrega al hecho de que Londres es una ciudad que busc a restringir su tránsito a través del “Congestion Charge”, un impuesto que pagan los autos privados -que no sean ecológicos o casi- para entrar al centro de la ciudad a determinadas horas del día.
Esto a tono informativo, pero no se le ocurra comentarlo en voz alta ni en las cercanías de 18 y Ejido. No sea cosa que nuestros bienamados “zorros” reciban una nueva instrucción de la voraz Intendencia….
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