Se dice que fueron utilizados unos 230 vehículos en la séptima entrega de Rápido y Furioso, y en la saga se emplearon más de mil. Se dice también que ésta, la última edición, no fue la más destructora en lo que va de las películas, pero no caben dudas que 230 autos es una cifra suficientemente alta.
Varios autos de los que allí aparecen son muy caros. Otros, estás exclusivamente preparados para la película, con kit para los motores, jaulas antivuelco, y aditamentos aerodinámicos puestos allí aftermarket, además claro, de la decoración.
Hemos visto autos volar literalmente desde aviones, en una maniobra costosa pero mucho más real que la recreación por computadoras. Explosiones y choques por doquier, y tal vez algún que otro auto haya quedado relativamente sano.
Pero, ¿qué ocurre con los autos que en la película se emplearon? La productora resolvió que todos pasen a desguace, pese al interés de fanáticos y coleccionistas del mundo. La razón para ello es evitar que cualquiera de los autos que en la saga aparecen, puedan ocasionalmente verse envueltos en accidentes de tránsito, lo que sería una mala imagen para Rápido y Furioso.
Así que ninguno de los autos que aparecen en la película, tendrá vida nuevamente…
Comentarios